En primera fila

La utopía de la seguridad energética

El país consume diariamente alrededor de 8 mil 500 millones de pies cúbicos diarios, de los cuales casi el 70% provienen del exterior, principalmente de yacimientos de shale gas en EU, yacimientos que por cierto, son explotados a través de la técnica del fracking, o fracturación hidráulica.

Situaciones que están relacionadas con la constante amenaza de quedarnos sin gas, tanto gas natural como gas LP, como se ha hablado recientemente que podría pasar en algunos estados del país, o episodios que hemos vivido principalmente en el centro con la escasez de gasolinas. Situaciones que incluso han sido ilustradas con largas filas de coches formadas para rellenar el tanque, nos ponen a reflexionar qué tan seguros, energéticamente hablando, estamos los mexicanos.

Ante este panorama, es preciso conocer en dónde estamos parados en términos de autosuficiencia energética.

Veamos, en cuanto a gas natural, el país consume diariamente alrededor de 8 mil 500 millones de pies cúbicos diarios, de los cuales casi el 70 por ciento provienen del exterior, principalmente de yacimientos de shale gas en Estados Unidos, yacimientos que por cierto, son explotados a través de la técnica del fracking, o fracturación hidráulica, una actividad que en México está prohibida, porque a decir de las autoridades, requiere enormes cantidades de agua.

El gas natural tiene una gran relevancia en el día a día del país, pues alrededor de 60 por ciento de la electricidad que consumimos se genera a través de este hidrocarburo, sin mencionar que se utiliza en gran parte de los procesos industriales intensivos, aunque menos en los hogares.

En cuanto al gas LP, la situación no es muy diferente. De los más de 40 millones de litros que se consumen diariamente en México, solo el 30 por ciento es producido por Pemex, mientras que el resto viene del exterior. Sin embargo, en este caso, tiene una mayor relevancia pues el gas LP, o gas estacionario, se consume en el 80 por ciento de los hogares en México, por lo que quedarnos sin el suministro de este combustible tendría consecuencias tanto múltiples como adversas.

En gasolinas, el panorama es más o menos el mismo. Alta dependencia del exterior, pues alrededor del 70 por ciento se importa también de empresas privadas en Estados Unidos, y a pesar de que poco a poco crece la electromovilidad, ahora sabemos de dónde se genera la mayor parte de la energía eléctrica, es decir, de otro combustible importado.

Estamos hablando de un círculo de alta dependencia energética del exterior, que nos mantiene en un constante estado de vulnerabilidad, pues los niveles de inventarios, en cualquiera de los tres casos: gas natural, gas LP y gasolinas, no se acerca ni tantito a los niveles que tienen otros países de la OCDE. Vaya, estamos hablando de dos o tres días con los que cuenta México, a 90 días de inventario, o más, que se tiene en otras economías incluso menos avanzadas que la mexicana.

Así que el reto es grande y también ofrece grandes oportunidades para el desarrollo de la industria nacional, sobre todo en un momento de alta tensión geopolítica donde las voluntades de líderes y mandatarios se imponen al interés de desarrollo en regiones como Norteamérica.

Falta orden en obligaciones de militares

La reciente orden de aplicar el incremento anual de haberes exclusivamente a militares retirados, dictada por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum a través de la Secretaría de Gobernación que lleva Rosa Icela Rodríguez, deja a cientos de madres e hijos con pensión alimenticia en la indefensión económica y contradice los principios de justicia social.

Verá. Al no aplicar la medida a los militares en activo, la medida deja fuera a sus hijos de este beneficio, sobre todo aquellos que obtuvieron su pensión, en la mayoría de las ocasiones raquítica, a través de un proceso judicial.

Es necesario recordar que la pensión alimenticia es un derecho irrenunciable y legal de los menores. Negar su ajuste y proponer sustituciones es una violación directa a los derechos de la niñez y a la seguridad económica familiar, por lo que es necesario que se rectifique en esta medida, que aunada a la falta de medicamentos en los hospitales militares, agrava la situación de decenas de familias en esta situación.

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