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Telefónica y su modelo mexicano de exportación

Hace cuatro años, la empresa española Telefónica se alió con AT&T para usar su red y desprenderse de la propia. La idea fue tan exitosa que hoy la replica en Colombia.

A finales de 2019, Telefónica Movistar sorprendió al mercado de las telecomunicaciones cuando anunció que abandonaba su espacio en el espectro, se deshacía de toda la infraestructura física (torres, antenas, mástiles y centrales) y que para dar el servicio de telefonía móvil migraba a la red de AT&T México. Fue una jugada interesante, un modelo que no se había intentado y que a las dos empresas ya les está dando resultados financieros positivos y un aumento en la capacidad de cobertura. La migración digital de los clientes de Movistar a AT&T se terminó en julio de 2022 y los clientes no notaron el cambio.

El ahorro de Movistar en el pago por uso del espectro radioeléctrico y en el mantenimiento y crecimiento de toda su infraestructura física, lo reenfocaron en captar más clientes y mejorar el servicio.

“Llegamos a la conclusión que para qué quieres en México cuatro redes de operadores distintos traslapadas, cuando la capacidad de uno sumada a otro da la mayor capacidad que hoy requieren los clientes, en vez de meterle a redes que están subutilizadas. Al final ninguna se usa al 100 por ciento y el nivel de ingresos no está siendo el suficiente para poderlos mantener, crecer y desplegar”, me explica Ana de Saracho, directora de Asuntos Públicos, Regulación y Negocio Mayorista Telefónica Movistar México.

Quitarse costos fijos, aprovechar la carretera de otra empresa para dar servicios móviles y hacer sinergias de coberturas fue una idea nacida en México que ha tenido tan buen resultado que ya el conglomerado español lo exportó a Colombia, aunque con algunas diferencias.

Allí, Movistar se integró a la red de su competidora Tigo (Millicom). En este caso, ambas firmas crearon una nueva compañía de infraestructura de propiedad común. Comparten infraestructura y entran aliados a nuevos negocios como la reciente subasta de espectro 5G, donde se presentaron juntas. Es la manera en la que (allá también) pueden competir con mayor fuerza con Claro (América Móvil), donde (allá también) es el preponderante en el mercado.

¿Deberían haber más sinergias en un sector donde sigue habiendo un operador con más de 60 por ciento del mercado?

“El Instituto Federal de Telecomunicaciones tiene muchas áreas de oportunidad en competencia, pero también en promover la compartición de infraestructura”, agrega de Saracho. ”Si bien AT&T y Movistar así lo entendimos y ya lo estamos haciendo, no todos lo hacen y ahí sí es un trabajo que el IFT podría incentivar o que tendría que estar incentivando para concentrar las inversiones y focalizarse para que tengan retorno. Al final los ganadores deben ser los usuarios, los clientes.”

La lógica detrás de la alianza que cumplió cuatro años en noviembre de 2023 fue considerar a la infraestructura como un commodity y enfocando los diferenciales y la competencia a los precios, la calidad del servicio y en atención al cliente. “Una de las atribuciones constitucionales del IFT es promover al sector, y promoverlo también implica que se preocupe por mantener una estructura competitiva y empresas que tengan la sanidad financiera, que sean sostenibles en el tiempo”, agrega la ejecutiva de Telefónica Movistar México.

Un competidor del tamaño de América Móvil ha puesto a la competencia a encontrar estrategias para perder menos y a mediano plazo -a pesar de la preponderancia- conseguir números azules.

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