Todos somos responsables de colaborar para reducir los efectos del cambio climático. Pero hay de responsables a responsables, porque la inequidad y la contaminación van muy de la mano.
Según el último reporte de la Oxfam (Igualdad climática: Un planeta para el 99%) el 1 por ciento de los hombres más ricos del mundo producen las mismas toneladas de CO2 que el 66 por ciento de la población más pobre del planeta.
El mismo reporte revela que el 10 por ciento de la población con mayor riqueza es responsable del 50 por ciento del total de la mitad de todas las emisiones de todo el mundo.
Revisando a detalle el reporte, el primer nombre que aparece es el de Carlos Slim y familia, un grupo que a través de sus negocios e inversiones (Fomento y Construcciones, Impulso de Desarrollo y América Móvil), así como sus gastos personales son responsables de producir 6 mil 974.38 millones de toneladas de CO2 al año.
¿Esto es mucho o poco?
En principio dentro del top 10 multimillonarios globales 2023 de la revista Forbes (donde ocupa el lugar 8, con una fortuna valuada en 93 mil mdd) Slim es el empresario que más emisiones genera al medio ambiente.
¿Quieren un dato brutal? Se necesitan mil 500 años para que alguien del 99 por ciento más pobre del planeta produzca tanto CO2 como Carlos Slim en un año.
En orden de ‘riqueza en relación con lo que contaminan’, la tabla de las fortunas que más dañan al medio ambiente en el mundo queda así:
1) Carlos Slim
2) Bill Gates
3) Jeff Bezos
4) Larry Page
5) Sergey Brin
6) Bernard Arnault
7) Michael Dell
8) Roman Abramovich
9) Larry Ellison
10) Elon Musk
Para poner en contexto el peso de las emisiones de CO2 de la familia Slim, equivalen casi a la suma de los otros nueve multimillonarios de la lista (que totalizan 9 mil 429 millones de toneladas de carbono).
Si bien todos generamos emisiones de carbono, a más ingresos más emisiones.
Según Oxfam, las emisiones derivadas del consumo personal de los multimillonarios pueden llegar a multiplicar por mil las de las de un ciudadano común y corriente, las emisiones que generan sus inversiones pueden ser hasta un millón de veces superiores.
De ese tamaño es la diferencia entre lo que contamina usted, yo y el ingeniero Slim.
“El poder de los ultraricos sobre la economía y el medio ambiente es desproporcionado. Tenemos que saber cuánto contribuyen a las emisiones globales y exigir que sus acciones sean proporcionales a su responsabilidad. Es lo justo”, me comenta Alexandra Hass, la directora ejecutiva de Oxfam México, executive director at Oxfam México.
Según este reporte de riqueza y contaminación, la intención de esta evaluación no es solo para balconear a quienes amasaron grandes fortunas, sino para conocer la verdadera magnitud de las emisiones que generan y en qué medida estas emisiones influyen en la crisis climática, además de su peso no solo como consumidores de carbono, sino también como propietarios de riqueza que poseen, controlan, definen y se benefician económicamente de los procesos que liberan gases de efecto invernadero a la atmósfera.
“La desigualdad extrema y la concentración de la riqueza socavan la capacidad de la humanidad para detener la crisis climática. Las personas más ricas no sólo son responsables de un ingente volumen de emisiones de carbono, que ya es insostenible, sino que ejercen una influencia desmesurada en nuestra economía”, agrega el reporte de Oxfam.
Y en este tema las personas con mayor riqueza tienen mayor capacidad, oportunidad y responsabilidad para combatir el cambio climático.
No alcanza con que los grandes empresarios usen su fortuna para ser visiblemente activos ante desastres naturales (cómo apoyar a población ante un huracán o una inundación), sino que deben ser proactivos y justos a la hora de reducir sus emisiones que equivalen a las que emitimos el 50 por ciento de la población mundial.
Una perlita extra: hay otros dos magnates mexicanos en este listado de grandes contaminadores: Germán Larrea (con 3467 millones de toneladas de CO2 al año) y Ricardo Salinas Pliego, con 70.9 millones de toneladas al año, tantito menos que el poderoso Elon Musk.