Economista
México tiene una gran cantidad de graves problemas económicos, como son su desempleo y subempleo, el alto y creciente déficit fiscal, las elevadas tasas de inflación y de las tasas de interés, el bajo nivel de educación y de los salarios, así como el desempleo que padece la población y una mala distribución del ingreso entre los diversos sectores de la población. De todos los anteriores se derivan otros problemas y conflictos sociales, así como de seguridad pública, de salud, de comunicación y muchos otros más como son el enfrentamiento entre los distintos sectores de la población. Ante todos los anteriores, es muy frecuente que las distintas autoridades se aboquen a resolver los síntomas, sin identificar y resolver los distintos problemas iniciales.
Por ejemplo, se toman decisiones para enfrentar un problema, pero la solución provoca problemas en otros sectores. Así, para resolver el problema de corrupción en las aduanas se manda a elementos del Ejército como responsables de esta área; pero al no conocer el sector crean un cuello de botella en las importaciones, lo que retrasa la entrada de los insumos en la planta industrial, creando así escasez, lo que eleva el precio de los productos impactando la inflación. Además, al retirar elementos del Ejército de sus funciones naturales, aumenta la inseguridad en diversas partes del territorio nacional, lo que también eleva el precio de diversos productos agropecuarios, como sucede en la actualidad con el limón y el aguacate.
Otra aparente solución que se presenta de manera frecuente es imponer controles de precios para evitar que suba la inflación, como es probable que se anuncie en fecha próxima, lo que a su vez crea escasez de los distintos productos, elevando aún más los precios al crearse mercados negros. Existen soluciones que en vez de corregir los problemas los agrava, como es subir los impuestos para obtener recursos para dárselos a los sectores de la población con menores ingresos, lo que es políticamente atractivo. Sin embargo, esto propicia salida de capitales del país y reduce la inversión agravando así el desempleo y la caída de los sueldos y salarios, además de que perjudica la recaudación fiscal, con lo que se tiene una mayor concentración de la riqueza en un pequeño grupo de la población y el gobierno obtiene menores recursos para apoyar a los sectores más necesitados.
La alternativa para poder empezar a resolver una gran parte de los problemas económicos que tiene México es concentrar los distintos medios y recursos para elevar el crecimiento económico del país. Con un mayor crecimiento se crean más empleos y se elevan los salarios, lo que mejora el problema de distribución del ingreso. Además, al tener mayor producción y ventas, se eleva la recaudación fiscal, con lo que se pueden reducir las tasas de interés, ya que el gobierno puede dejar de emitir deuda pública, lo que a su vez propicia mayor inversión privada, con lo que aumenta aún más el crecimiento económico. Por otro lado, el mayor ingreso público permite que se puedan asignar mayores recursos a la seguridad pública, a la salud y a la inversión del gobierno con lo que se refuerza el crecimiento económico.
Además, al elevarse el empleo y los sueldos, los sectores más necesitados no tienen que dedicarse a la delincuencia, mejorando así la seguridad pública. Por su parte, el gobierno al disponer de mayores recursos puede elevar los sueldos con lo que puede contratar a personal de elevada capacidad y capacitar a su actual personal, para elevar la productividad del sector público, lo que repercutiría de manera positiva en toda la sociedad.
Una manera en que se puede elevar el crecimiento económico es eliminar el impuesto de las empresas a la reinversión de las utilidades. Las compañías que tienen utilidades prefieren invertir en lugar de pagar los impuestos, pero al hacerlo, pagan IVA sobre sus adquisiciones y los empleados y trabajadores contratados para realizar las nuevas inversiones también pagarán impuestos sobre sus ingresos y compras. Este mecanismo ha sido muy exitoso tanto en China como hace varios años en Chile.
Por otro, hay que crear instituciones y centros que identifiquen nuevos proyectos de inversión pública que sean de elevada rentabilidad social. Con frecuencia se confunde inversión con producción de bienes de consumo, lo que propicia desperdicio de importantes recursos.
En resumen, mientras no se eleve el crecimiento de la economía de una manera significativa, el país seguirá inmerso en una serie de problemas económicos y sociales, con un deterioro importante para la sociedad.