La inflación ha disminuido de manera importante en los pasados meses, ya que mientras en mayo del año pasado los precios al consumidor se elevaron casi 9.0 por ciento en términos anuales, en el mes pasado lo hicieron en 5.9 por ciento. El hecho de que la inflación esté disminuyendo no significa que los precios no aumenten, sino que lo hacen a un menor porcentaje; por lo que los consumidores siguen perdiendo poder de compra, en menor porcentaje que antes. Aunque todavía no es lo ideal, es un importante avance en la dirección correcta.
Son varias las causas de este mejor entorno en el tema de la inflación, destacando las siguientes:
1. La reducción en el precio en los mercados internacionales de distintas materias primas, granos, energéticos e insumos, algunos de los cuales tuvieron un incremento importante en los pasados meses e incluso años, derivado de la aparición del covid-19, la guerra en Ucrania y el rompimiento de las cadenas productivas globales. En la actualidad se ha restablecido o sustituido la producción de diversos productos en los mercados globales.
2. La reducción en el precio de la electricidad en varias partes del país por las tarifas de verano, que han permitido la disminución en la inflación.
3. La fortaleza del tipo de cambio eleva el precio de diversos productos manufacturados en los mercados internacionales, por lo que pierden competitividad. Las exportaciones han reducido su dinamismo en los pasados meses e incluso ha habido disminuciones en diversas ramas, por lo que la oferta se incrementa en el mercado nacional, lo que reduce los precios.
4. La mayor tasa de interés en el país reduce la demanda para la adquisición de ciertos productos que requieren crédito, pero sobre todo en las expectativas de la actividad económica esperada en el mediano y largo plazos. Además, el diferencial de tasas de interés apoya la apreciación del tipo de cambio.
5. La apreciación del peso mexicano en el mercado cambiario reduce los precios de las importaciones. Mientras que el dólar se cotizaba en 20 pesos en mayo del año pasado, en la actualidad está en 17.28 pesos.
Lo anterior se refleja de manera muy clara en los costos de las empresas, lo cual se puede ver en los índices de precios al productor. Por ejemplo, los precios al productor de los bienes intermedios en mayo no solo no subieron, sino que disminuyeron 3.14 por ciento en términos anuales, mientras que los precios al consumidor se elevaron 5.9 por ciento en el mismo mes. Esto representa un beneficio para las empresas que adquieren importaciones de sus insumos y venden sus productos en el mercado nacional.
La fortaleza del peso mexicano no es única para nuestra moneda, sino también ocurre en otras monedas como el peso colombiano (apreciación de 13.7 por ciento en tres meses), del real brasileño (7.6 por ciento), del peso chileno (8.3 por ciento) así como de la divisa de Costa Rica. Hay que recordar que las cotizaciones de las divisas son como el precio de cualquier mercancía, que se fijan por el equilibrio de la demanda y la oferta. México ha seguido una política de buen manejo de los agregados monetarios por parte del Banco de México, además de que existe un amplio mercado internacional de pesos mexicanos que opera las 24 horas del día. Por otra parte, hay una gran liquidez de dólares, por la expansión de los agregados monetarios realizada por el Banco Central de Estados Unidos durante los últimos años.
Debido a que ya se autorizó al gobierno de ese país a financiar su elevado déficit público, se incrementará la emisión de deuda pública de manera considerable, lo que causará que suban las tasas de interés en dólares. Por lo mismo, el gobierno y el Banco de México enfrentarán la disyuntiva de elevar otra vez las tasas de interés o permitir que se debilite el peso mexicano, lo que impactará la inflación. Habrá que estar pendientes de esta decisión en año de elecciones.
El autor es economista.