Carlos Ruiz Gonzalez

Tener una vida lograda, ¿propósito de inicio de año?

Una vida lograda no se construye de la noche a la mañana, pero con actitud positiva, liderazgo personal y claridad sobre lo que importa, es posible avanzar hacia ella cada día.

“Cultivar la propia mente es cultivar la propia vida”.

“La única manera de encontrarme a mí mismo es saliendo de mí mismo”.

Alejandro Llano Cifuentes (1943-2024)

El inicio de un nuevo año es el momento ideal para replantearnos metas y aspiraciones. Más allá de los objetivos específicos como bajar de peso, ahorrar dinero o aprender algo nuevo, existe un propósito más profundo que engloba todos estos esfuerzos: construir una vida lograda. Pero, ¿qué significa esto exactamente? Implica vivir con propósito, plenitud y coherencia, logrando un equilibrio entre nuestras metas y valores personales.

Para lograrlo, es fundamental enfocarse en tres pilares esenciales: desarrollar una actitud positiva, ejercer el liderazgo comenzando por uno mismo y diferenciar entre placer y felicidad. Además, existen tres herramientas clave que pueden ayudarnos en este camino: fortaleza, resiliencia y disciplina. A continuación, exploraremos cómo integrar estas ideas en nuestro día a día.

1. Cultivar una actitud positiva

Nuestra actitud frente a los retos y oportunidades define, en gran medida, nuestra experiencia de vida. Tener una actitud positiva no significa ignorar los problemas, sino enfrentarlos con optimismo y confianza en nuestra capacidad para resolverlos.

Consejos prácticos para mantener una actitud positiva:

Practicar la gratitud diaria. Al enfocarnos en lo que tenemos, en lugar de lo que nos falta, entrenamos nuestra mente para valorar las pequeñas victorias.

Rodearse de personas que inspiran y motivan. Nuestro entorno influye directamente en nuestra mentalidad.

Reinterpretar los fracasos como aprendizajes. Cada obstáculo superado fortalece nuestro carácter.

2. Liderazgo: el arte de guiarnos a nosotros mismos

El liderazgo no es exclusivo de quienes dirigen equipos; comienza con nuestra capacidad de liderarnos a nosotros mismos. Este tipo de liderazgo implica tomar responsabilidad por nuestras decisiones, gestionar nuestras emociones y actuar con integridad.

Claves del liderazgo personal:

Autoconocimiento. Reflexiona sobre tus valores, fortalezas y áreas de mejora.

Establecer metas claras. Una visión definida te ayudará a mantener el enfoque.

Tomar acción. Liderar significa actuar, incluso en medio de la incertidumbre.

Cuando logramos liderarnos a nosotros mismos, inspiramos a otros a hacer lo mismo.

3. Diferenciar entre placer y felicidad

Uno de los errores más comunes es confundir el placer momentáneo con la felicidad duradera. El placer es efímero y, a menudo, depende de factores externos, mientras que la felicidad surge de vivir alineados con nuestros valores y propósitos.

Cómo priorizar la felicidad sobre el placer:

Invertir en relaciones significativas en lugar de cosas materiales.

Buscar actividades que aporten un sentido de propósito y enriquecimiento personal.

Practicar el autocontrol para evitar caer en la búsqueda constante de gratificaciones instantáneas.

Las Herramientas para lograr una vida plena

Aunque estos principios son esenciales, llevarlos a la práctica requiere de herramientas concretas. Las siguientes tres habilidades son indispensables:

1. Fortaleza (voluntad y carácter)

La fortaleza nos permite mantenernos firmes frente a las adversidades. Es la capacidad de sostener nuestras decisiones, incluso cuando el camino se vuelve complicado.

Refuerza tu carácter mediante pequeños retos diarios. Por ejemplo, terminar lo que comienzas.

Aprende a decir ‘no’ a lo que no contribuye a tus metas.

2. Resiliencia

La vida está llena de altibajos, y nuestra capacidad para adaptarnos a las dificultades es esencial para una vida lograda.

Encuentra el aprendizaje en cada desafío, transformando los obstáculos en oportunidades de crecimiento.

Mantén la perspectiva, recuerda que las dificultades son temporales.

3. Disciplina y hábitos

La disciplina es el puente entre nuestros sueños y la realidad. Los hábitos diarios crean la estructura necesaria para alcanzar nuestras metas.

Diseña una rutina alineada con tus objetivos y valores.

Mantén la constancia, incluso en los días difíciles.

Conclusión

Una vida lograda no se construye de la noche a la mañana, pero con actitud positiva, liderazgo personal y claridad sobre lo que realmente importa, es posible avanzar hacia ella cada día. Al integrar herramientas como la fortaleza, la resiliencia y la disciplina, transformaremos nuestras metas de inicio de año en logros significativos y duraderos.

Este año, en lugar de simplemente enumerar propósitos, haz de tu meta principal crear una vida que refleje tus valores, sueños y aspiraciones más profundas. ¡El viaje hacia una vida lograda comienza hoy!

* Profesor Decano del Área de Política de Empresa (Estrategia y Dirección) en el IPADE Business School. Presidente del Consejo Editorial de la revista ISTMO.

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