Carlos Serrano Herrera

Reuniones de primavera del FMI y del Banco Mundial: tensa calma

El fin del ciclo alcista en las tasas de interés está cerca; de hecho, algunos bancos centrales ya han pausado dichas alzas.

Esta semana se llevan a cabo las reuniones que cada año organizan el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, a tan solo unas pocas semanas de que se presentaran episodios de turbulencia financiera ocasionados por la intervención de Silicon Valley Bank en Estados Unidos y la venta forzada de Credit Suisse en Europa.

Se respira cierta tranquilidad pues después de estos problemas bancarios se ha logrado, al menos por ahora, calmar las aguas en los principales sistemas bancarios. En particular no se han visto salidas significativas de depósitos. Sin embargo, los precios de las acciones de bancos han tenido caídas, lo cual encarece sus opciones de levantar capital lo que a su vez resultará en una menor oferta de crédito. Debido a esto, en Estados Unidos, una recesión es hoy más probable de lo que era hace un mes.

Pero, aun si hay una recesión, lo que se percibe en las reuniones, y en los informes del FMI es que debería ser corta y poco profunda. Esto debido a los altos niveles de ahorro acumulado por las familias, en particular en Estados Unidos. Además, ayudarán a la economía global la reapertura de China, el que se hayan disipado los cuellos de botella en las cadenas de valor globales y que se han resuelto las disrupciones en los mercados de energía y alimentos causadas por la invasión de Rusia a Ucrania. Por lo anterior, el FMI pronostica que este año el crecimiento de la economía global será de 2.8 por ciento, una revisión a la baja de solamente 0.1 puntos porcentuales respecto a la que tenían en enero.

Por otra parte, la inflación pareciera estar en una clara trayectoria de bajada en las principales economías del mundo; en Estados Unidos la inflación de marzo (en tasa interanual) fue de 5.0 por ciento, la más baja en dos años, y muy por debajo del pico de 9.1 por ciento alcanzado en junio del año pasado, aunque por encima del objetivo de 2.0 por ciento de la Reserva Federal. Esta menor inflación global se explica por la mencionada dilución en los cuellos de botella en las cadenas de suministro, la reducción en las disrupciones que trajo el conflicto en Ucrania y, desde luego, al apretamiento de la política monetaria en la mayoría de países. Lo anterior permite vislumbrar que el fin del ciclo de subidas monetarias está cerca; de hecho, algunos bancos centrales ya han pausado dichas subidas.

Lo anterior pinta un escenario base que parece ser relativamente benigno considerando el apretón monetario y la guerra provocada por Rusia: inflación que empieza a controlarse, ligera desaceleración en el crecimiento y el fin del ciclo monetario restrictivo. Pero el escenario no está libre de riesgos. Enumero cuatro que se perciben en las reuniones de primavera. 1. La posibilidad de un incumplimiento en la deuda soberana de Estados Unidos. Como se sabe, los republicanos en el Congreso están amenazando con no aumentar el techo de endeudamiento al gobierno federal si no implementan cortes al presupuesto ya aprobado. Si este asunto no se resuelve en los próximos meses, el gobierno estadounidense podría, por primera vez, incumplir con sus obligaciones de deuda, lo cual tendría efectos catastróficos en los mercados financieros globales al ser los bonos del Tesoro el activo considerando como libre de riesgo y contra el cual se fijan los precios de la gran mayoría de activos financieros del mundo. 2. Que se presenten problemas en más bancos. Si bien los casos de Silicon Valley y Credit Suisse parecen idiosincráticos, no se puede descartar que más bancos se puedan emproblemar ante la subida en tasas lo cual causaría un problema de inestabilidad financiera. El FMI asigna un 15 por ciento de probabilidad a ese escenario en el cual, estima, el crecimiento global sería de solamente 1.0 por ciento. 3. Un recrudecimiento de la guerra en Ucrania lo cual podría resultar en nuevas disrupciones en los mercados de energía y alimentos. 4. Que la inflación sea más persistente a lo estimado lo cual requeriría más subidas de tasas. Así, el escenario mundial permite vislumbrar que la economía global puede salir relativamente bien librada del ciclo de apretamiento monetario y de la guerra en Ucrania, pero el camino está lleno de obstáculos.

El autor es economista en jefe de BBVA México.

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