La transformación de las cadenas de suministro en los tiempos actuales demanda soluciones, pero su viabilidad está sujeta a la capacidad de respuesta de los mercados.
No es un secreto la inercia que ha tomado la reconfiguración de los procesos productivos y la manera en que abrió una herida profunda a la proveeduría de insumos de distintas industrias, como la automotriz o telecomunicaciones que enfrentan retos para adaptarse a la escasez de suministros por el cierre de fronteras y actividad productiva.
Sin embargo, en la nueva dinámica de los ciclos de producción distintos corredores industriales viven un furor de cara a las demandas que dejó la pandemia, además del citado efecto del nuevo T-MEC.
Se trata de la actividad que deja a corredores del sur de Estados Unidos una tendencia reshoring y al norte de México una de nearshoring para resolver los cuellos de botella experimentada por las cadenas de suministro.
En específico, detalla una previsión de la firma CBRE, el mercado industrial de Monterrey, que comercializa 20% demanda nacional de espacios industriales el último bienio, ha experimentado una mayor demanda de empresas de alta tecnología.
Otro factor relevante del impacto que genera en Monterrey y otros corredores industriales, es el dinamismo aquí comentado del mercado industrial en Estados Unidos, producto de la demanda generada por negocios como el e-commerce.
En consecuencia, los niveles de desocupación en Estados Unidos registran apenas 3.6% con el efecto adicional de una menor disponibilidad de materiales de construcción, hecho que ha limitado la edificación de nuevos almacenes para atender la demanda y reducir la congestión.
Y es que ante la falta de inventario y la interrupción en el flujo de mercancías, usuarios de almacenes han buscado reubicar fuera de los centros logísticos tradicionales, una logística emergente que abra espacio con acceso a mano de obra calificada.
Esta dinámica ha creado cambios en los puertos de entrada de mercados como Los Ángeles y Nueva Jersey, hacia el norte del país.
En específico, Monterrey captó 52% de la absorción total de espacio industrial en 2020, impulsado por las industrias de distribución y logística, ambas involucradas en el nearshoring. Lo hizo porque cuenta con una amplia disponibilidad de mano de obra calificada, reserva de tierra para el desarrollo de nuevos centros logísticos y la infraestructura de exportación y cercanía con Estados Unidos.
La disrupción en las cadenas de suministro generó también impulsó a Greenville- Spartanburg dado que cuenta con acceso directo al puerto de Charleston y una ubicación central entre Atlanta y Charlotte, que le convierte en una opción para consolidarse como un centro de distribución regional en expansión.
De la misma forma, Louisville que tiene una población de 30 millones de habitantes con acceso a carreteras interestatales, ferrocarriles y aeropuerto, tiene potencial para ser un centro de distribución hacia distintos mercados de Estados Unidos.
Esta disrupción en las cadenas de suministro es reflejo del impulso experimentado en el consolidado mercado industrial mexicano.
Vinte consolida acciones de sostenibilidad
Producto del efecto generado por su proyecto de vivienda cero consumo de gas Real de Granada, la desarrolladora Vinte ganó el Premio Nacional de Vivienda 2019-2020, reconocimiento otorgado por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y los Organismos Nacionales de Vivienda (Onavis).
Es sin duda, una distinción relevante que se une a otros del tipo producto de acciones sustentables aplicadas a proyectos ubicados en Tecámac, Querétaro, Pachuca y Playa del Carmen.
El desarrollo Real de Granada incorporó 56 viviendas Cero Gas, que a partir de parrillas de inducción, paneles y calentadores solares, entre otras acciones, hacen factible un ahorro mensual por vivienda de 750 pesos, adicional a la reducción de media tonelada de CO2.
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