Claudia Olguin

Resiliencia

Respecto a la industria inmobiliaria, en 2023 continuó una evolución que permitió su permanencia con ayuda del nearshoring, la hospitalidad, los entornos híbridos, la omnicanalidad y la vivienda unifamiliar, comenta Claudia Olguín.

Una vez más, la resiliencia resume lo acontecido en la industria inmobiliaria en el 2023.

A 4 años de cambios, si se toma la pandemia como referencia de la revolución que experimenta el real estate en México, en 2023 continuó su evolución con ajustes que permitieron su permanencia.

En este lapso el nearshoring, la hospitalidad, los entornos híbridos, la omnicanalidad y la vivienda unifamiliar en renta continuaron apuntalando la dinámica de la industria.

Desde luego que la tecnología, el ser humano y su interacción con los espacios siguen en el centro del uso de los inmuebles: vivienda, oficinas, centros comerciales, hoteles, hospitales, parques industriales y centros logísticos.

De la misma manera, la sustentabilidad y el bienestar ampliaron su expansión en la industria. A diferencia de otros años, la industria navegó la ola verde no sólo en inmuebles de tipo comercial con un saldo de más de 5.4 millones de metros cuadrados que validaron el avance del financiamiento a proyectos inmobiliarios sustentables con certificados EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies) en México.

En consecuencia, instituciones bancarias como Santander, HSBC y Scotiabank cerraron el año con el anuncio de hipotecas verdes, avaladas por la práctica ejercida por la International Finance Corporation (IFC) del Banco Mundial que prevé destinar 4 mil 200 millones de dólares en recursos.

El reto que existe por delante es superar el alcance que Colombia tiene en el financiamiento de proyectos sustentables.

En el ámbito tecnológico el escenario Fintech captó en México y otros países de América Latina 2 mil 208 compañías integradas a 56 subcategorías que generaban 21 mil 400 millones de dólares en fondos, de acuerdo con el reporte KoreFusion 2022 LATAM Fintech.

En dicho reporte México representó 20 por ciento del universo, que integró 95 por ciento de los países y 13 categorías, además de empresas de servicios financieros B2B, insurtech, ecosistemas internacionales y regionales, así como aquellas que desaparecieron.

Con lo alcanzado nuestro país ocupa la segunda posición luego de Brasil, con sus 387 empresas fintech, la competencia de actores globales está siendo un obstáculo para el desarrollo local.

No menos importante es la manera en que el efecto del nearshoring se ha ampliado a otros nichos naturales como los parques industriales y centros logísticos, que viven una era de expansión, principalmente en la región noreste del país y que ha logrado ampliar su efecto en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México y otros corredores en el Bajío.

Ahora se puede observar un efecto en el segmento de oficinas, la hotelería de negocios en ciudades afines a la actividad industrial y desde luego lo que se proyecta en materia de vivienda.

De igual manera, destaca en este año el efecto que tiene la expansión hotelera en destinos ganadores como Los Cabos, Riviera Maya y Riviera Nayarit. A diferencia de otros momentos de expansión, este segmento incorporó de manera destacada el elemento residencial con el que cadenas y desarrolladores redujeron el nivel de apalancamiento de la inversión y abrieron otra área de negocio en la administración de los activos.

Esta dinámica puede observarse en algunos de los más de 39 hoteles de 3 a 5 estrellas que abrieron este año, pero en especial en los proyectos orientados al segmento de lujo.

En suma es un escenario de ajustes y cambios que indudablemente hablan de un sector resiliente que permanece de pie con la expectativa de superar las condiciones políticas de la transición que viene en el 2024.

Desde este espacio, esperamos lo mejor. ¡Felices fiestas!.

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