Clemente Ruiz Duran

México–EU: convergencias y divergencias

El BID estima que Latinoamérica y el Caribe podría ser una de las más beneficiadas de las políticas del presidente Biden para impulsar cambios estratégicos en el área de movilidad.

Los resultados positivos de la reunión de este lunes entre el presidente López Obrador y el secretario de Estado, Antony Blinken, y la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, parecen ser resultado de un largo proceso de negociación, en donde un papel importante parece haberlo jugado la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, tal como se deja entrever en los Criterios Generales de Política Económica 2023, que se dieron a conocer la semana pasada.

En este texto se incluye por primera vez un apartado de oportunidades comerciales para México. Donde se señala que: “No obstante, las disrupciones por el lado de la oferta heredadas de la pandemia y los riesgos geopolíticos exacerbados por el actual conflicto armado en Ucrania han obligado a las industrias de todo el mundo a repensar estrategias que garanticen el retorno de la inversión y eviten interrupciones en las cadenas de valor. Así, la relocalización de las industrias hacia regiones cercanas al mercado objetivo, conocida como nearshoring, o hacia países considerados amigos o aliados políticos, conocido como friendshoring, es una estrategia clave de diversificación para mitigar los riesgos de futuros choques en las fuentes de aprovisionamiento”. Por su parte, Roberto Velasco Álvarez, jefe de la Unidad para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en entrevista a la televisión el día de ayer, habló de una nueva arquitectura de las relaciones con Estados Unidos, mencionando que existen nuevas áreas de inversión en sectores como semiconductores y electromovilidad, aunque existen rubros de debate no resueltos como es el problema del agua.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que la región de Latinoamérica y el Caribe podría ser una de las más beneficiadas de las políticas del presidente Biden para impulsar cambios estratégicos en el área de movilidad e impulso a las energías limpias, donde se han identificado oportunidades para la región en las industrias automotriz, textil, farmacéutica, de energías renovables, entre otras. Según cálculos del BID, la ganancia potencial en la región representa hasta 78 mil millones de dólares en nuevas exportaciones de bienes y servicios. En particular, México destaca por ser el país de la región con mayores oportunidades. El BID estima que podrían adicionarse 35 mil millones de dólares (mmd) en exportaciones a los 495 mmd que actualmente exporta México (cifras de 2021). El monto adicional equivale a 2.6 por ciento del PIB nacional y es mayor al estimado que recibirán en conjunto el resto de las 25 economías de Latinoamérica y el Caribe. De este monto, se estima que 29.7 mil millones de dólares provendrían de nuevas exportaciones a Estados Unidos y otros 2.6 mil millones de dólares en exportaciones potenciales al resto de América Latina y el Caribe. Además, en el mediano plazo, el organismo proyecta que se podrían sumar otros 3 mil millones de dólares de exportaciones mexicanas.

Estos puntos de encuentro no resuelven los planteados en materia de energía, en donde no se ha definido el papel que deben jugar las empresas privadas en el suministro de energía eléctrica en México. Si el diálogo no resuelve el litigio se convocará al panel de juristas para que arbitren las medidas oportunas. Esta situación sigue estando vigente y los próximos meses veremos nuevos encuentros para tratar de resolver esta disputa, que parece será un elemento de discordia entre los dos países. Lo óptimo es que se llegara a un acuerdo sobre el tema para potenciar el desarrollo de las relaciones bilaterales, y permitir un cierre antes de que termine la actual Administración, sin necesidad de establecer paneles para la resolución de controversias, tal como se establece dentro del T-MEC.

Un tema que no ha quedado resuelto es el de la migración y la seguridad fronteriza, cuestión que sigue siendo un punto de controversia, ya que el gobierno mexicano ha propuesto la emisión de visas de trabajo temporal y el gobierno estadounidense ha mantenido una posición ambigua, señalando que estará invirtiendo más en la frontera para evitar las tragedias de los últimos meses. En este sentido, un tema pendiente es la conformación de un mercado laboral de América del Norte, que dé certidumbre a la migración mexicana y evite que la delincuencia se beneficie del contrabando de migrantes. No es un tema de fácil resolución, sin embargo, al respecto no existe ninguna mesa de discusión que esté hablando sobre el tema, por lo que la pugna de México debería de ser por establecer un esquema transparente sobre este tema y no simplemente dejarlo a reacciones de ambos gobiernos cuando la emergencia se presente. Se ha avanzado, pero quedan pendientes, que de no atenderse, pueden mantener en tensión la relación bilateral, esperamos que nuevos flujos de inversión hacia México ayuden a diluir los conflictos de los últimos meses.

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