El proceso de recuperación de la economía mexicana ha estado ligado a una creciente reinversión de las utilidades de las empresas con inversión extranjera en el país, esto ha fortalecido su operación y ha mostrado que el proyecto de nearshoring se materializa, estos flujos dan la posibilidad que el año de cierre de la administración se deje estructurado un crecimiento de entre 3 a 4 por ciento. Para reforzar la estrategia, la Secretaría de Economía ha anunciado aranceles a las importaciones a productos provenientes de países con los que no tiene un tratado de libre comercio. Las tarifas arancelarias van del 15 por ciento al 25 por ciento% y aplican a industrias como la del calzado, plásticos, vidrio y cerámica, entre otras.
Con estas medidas se dan señales que la Secretaría de Economía se ha comprometido con el nearshoring, lo que afectará la importación proveniente de países como China, Corea del Sur e India, que se han convertido en algunos de los principales socios comerciales de México, aun sin tener firmado un acuerdo. En el comunicado emitido el miércoles pasado, la Secretaría de Economía (SE) asegura que la medida es para compensar las pérdidas vistas por las empresas nacionales durante la pandemia de la Covid-19. Esto “se ve reflejado en el desplazamiento comercial de algunos productos nacionales, así como la afectación a pequeñas y medianas empresas”, dice el texto. La Secretaría de Economía espera que los aranceles, los cuales estarán vigentes a partir de hoy y hasta el 31 de julio de 2025, logren “eliminar distorsiones en el comercio” y ayuden a unos 206 mil micro y pequeños comercios. Esta estrategia parece reforzarse con la entrevista que el día de hoy tendrá el subsecretario Alejandro Encinas con el embajador White, de la representación comercial de Estados Unidos, en la expectativa que se allanen problemas para que se continúe con la estrategia de nearshoring.
Este reforzamiento de la estrategia, sin lugar a dudas, afectará el comercio con los países asiáticos, fortaleciendo el comercio con Estados Unidos, situación que se preveía desde que el presidente Biden anunció su estrategia de nearshoring, que intenta reforzar el comercio bilateral, disminuyendo el comercio con Asia. Bajo esta perspectiva, se deja clara la estrategia que seguirá México de reconcentración del comercio con Estados Unidos y Canadá.
Esta demanda de imponer impuestos a los productos provenientes de Asia, se había hecho explícita hace tiempo sin que prosperara a lo largo de la administración actual; sin embargo, el comunicado de la SE deja ver, entre líneas, que se espera un incremento en los precios de los productos incluidos en la modificación de la ley, los cuales también incluyen productos y suministros para las industrias del acero, textil, confección, aluminio y llantas. “En la definición de criterios para la adopción de estas medidas, y con base en el compromiso del Gobierno de México de proteger a los más vulnerables, se excluyeron los productos de la canasta básica, insumos para la salud, bienes de consumo y aquellos que afectan el desempeño de las cadenas productivas”.
La pregunta que surge es si este proceso es riesgoso para México, dado que aumentará la dependencia del comercio de Estados Unidos, sin lugar a dudas que esto afectará la diversificación del comercio multilateral, pero en el corto plazo asegurará un mayor comercio con Estados Unidos y Canadá. Esta perspectiva es la que aparentemente buscaba la estrategia de nearshoring de la administración Biden.
Es un juego arriesgado que tendrá resultados a corto plazo, pero que deja de lado una discusión más profunda que es la diversificación del comercio exterior mexicano, en donde nuestro país tendrá que pensar en una perspectiva de diez años: cuál debería de ser el esquema de comercio exterior que queremos mantener, hoy por hoy es claro que la de la administración es la de reconcentrar la relación con nuestros socios trilaterales. Lo cual quedará sellado con el próximo viaje del presidente a San Francisco, en donde se hará evidente este acercamiento hacia la estrategia de asegurar que el cierre de la administración será con un mayor acercamiento hacia los países de América del Norte, dejando a la próxima administración la tarea de buscar nuevas relaciones comerciales con el resto del mundo.