Clemente Ruiz Duran

Argentina: un país vital con el desorden como política

En Argentina no todo es desorden, se podría decir que es un país vital con una fuerte desorganización en la esfera pública.

A todo mundo ha dejado estupefacto el triunfo de Javier Milei en Argentina, sus propuestas en materia de política económica se basan en la idea de que el mercado es el mejor regulador de la economía y que las instituciones en vez de apoyar al crecimiento lo retrasan. En esta perspectiva ha planteado la desaparición del Banco Central y el desmantelamiento de las instituciones que regulan a la economía. Estas propuestas hicieron eco en los votantes que se han visto fustigados por gobiernos que no han logrado crear un clima de certidumbre dentro de la economía argentina, la cual ha estado sujeta al desorden institucional, llevando a que el votante medio prefiriera una visión ultraconservadora en las urnas.

Argentina es una de esas economías que, si uno la analiza a través del tiempo, ha vivido en un desorden permanente, sin embargo, se ha mantenido como la tercera economía de la región después de Brasil y México. La economía argentina es una gran productora agropecuaria que le ha permitido mantener una base exportadora, los complejos exportadores representaron el 92.3 por ciento de las ventas totales al exterior del primer semestre de 2023. En particular, los complejos soja, automotriz, petrolero-petroquímico, maicero, carne y cuero bovinos, oro y plata, cebada, pesquero, triguero y girasol, concentraron el 76.1 por ciento del total de las exportaciones.

A lo anterior se ha sumado una dinámica industrial vitivinícola. Hace 20 años la superficie cultivada con vides en el territorio argentino la concentraban Mendoza y San Juan. Hoy, la vitivinicultura argentina se extiende en 19 provincias, casi la totalidad del territorio nacional y con una calidad del vino alta, aún con condiciones de suelo y clima que, en algunos casos, son desventajosas. De esta forma se observa que la vitalidad del sector agropecuario garantiza empleo y buenas remuneraciones a una parte importante del país.

A lo anterior se suma que Argentina ha logrado desarrollar una fuerte industria siderúrgica con Techint, que es un grupo empresarial multinacional ítalo-argentino creado por Agostino Rocca con sedes centrales en Milán y Buenos Aires. Es el mayor productor de acero de Argentina y el mayor productor global de tubos sin costura, usados principalmente en la industria petrolera. En México adquirieron TAMSA, que es uno de los principales proveedores para la industria petrolera. De igual forma ha logrado desarrollar una industria farmacéutica importante con Roemmers, Elea Phoenix, Gador, Montpellier y Bagó, cubren el 29.16 por ciento del mercado argentino.

En esta perspectiva, no todo es desorden en Argentina, se podría decir que es un país vital con un fuerte desorden en la esfera pública. La propuesta de desregulación del candidato ganador puede sumir a la economía argentina en un caos mucho mayor.

No está nada claro que esa cuenta cuadre, pero ellos están muy confiados. En esta perspectiva, lo que ha fallado en Argentina es la debilidad del Estado, no han logrado articular un gobierno que fortalezca las instituciones, a las cuales las han tomado como botín personal. De esta forma, un gobierno que argumenta en favor de profundizar la desaparición de las instituciones puede sumir al país en un mayor conflicto, ya que contrariamente a lo que propone Milei, lo que se requiere es la reconstrucción del Estado, de forma que garantice la gobernabilidad. Esto debería de servir de punto de reflexión para el resto de América Latina, se requiere de un fuerte sector público que garantice el bienestar público, y articule una senda de crecimiento con orden y una redistribución de los beneficios entre los grupos sociales.

El desorden como política sólo puede profundizar las diferencias y el malestar social, se requiere de instituciones sólidas que garanticen el quehacer cotidiano de la economía, como es la existencia de un Banco Central sólido, como es el caso de México. Debemos reflexionar sobre el caso argentino como un ejemplo de lo que no se debe hacer, sino al contrario, debemos pensar en cómo fortalecer las instituciones que articulen un desarrollo más sólido y más igualitario, las instituciones fuertes son la que pueden ser el garante del bienestar y la prosperidad.

COLUMNAS ANTERIORES

Encrucijada mundial crítica
Rediseño del país y presupuesto 2025

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.