Clemente Ruiz Duran

Retos del segundo semestre

Las tensiones políticas, las estrategias económicas y los desafíos globales continuarán moldeando el panorama en los próximos meses y años.

La evolución reciente de la economía global y las previsiones para cierre de año de la economía mexicana, abren la posibilidad para que la transición del poder en Estados Unidos y México se realice de manera apacible. Sin embargo, existen nubes que podrían alterar la apacibilidad de la transición, y es el contexto político mundial empezando por Estados Unidos y el regreso de la derecha en algunos países europeos, como es el caso de Francia y en Alemania esto ha exacerbado los ánimos perfilando un panorama lleno de sobresaltos, analicemos qué es lo que podría desconfigurar la seudo estabilidad global.

Desde el surgimiento de la pandemia se empezó a configurar un escenario de inestabilidad global, falta de cooperación para los abastecimientos esenciales para la salud, y la aparición de desabastos globales de componentes electrónicos para la industria del cómputo y telecomunicaciones y para la industria automotriz, creando tensiones en las cadenas de valor que daban muestra de su fragilidad al depender de insumos externos para su funcionamiento. En realidad, se dio un colapso en las cadenas de valor que habían estado creciendo a ritmo de doble dígitos antes de la pandemia. En esa coyuntura los Estados Unidos lanzaron su propuesta de nearshoring acompañado de medidas económicas para alentar este proceso y el fortalecimiento de la industria estadounidense a través de una serie de estímulos a la producción manufacturera, a lo que se le denominó Bideneconomics.

Este enfoque propuso en su momento no solo reubicar el origen de las cadenas de suministro de países que habían desarrollado una posición más agresiva hacia Estados Unidos afectando su competitividad, como era el caso de China. La propuesta era reducir la dependencia de países con visiones diferentes y que habían afectado el empleo y la industria estadounidense. Sin embargo, esta estrategia también enfrenta desafíos significativos, especialmente en términos de infraestructura y capacitación laboral. La competencia global y las tensiones geopolíticas seguirán jugando un papel crucial en la forma en que estas políticas se implementen

En el caso de México debemos contemplar varios escenarios, el primero de ellos sería que se mantenga la administración Biden, en esa perspectiva lo crucial será la forma como el nuevo equipo de Economía y Relaciones Exteriores renegocien el tratado. Para ello se presentan varios escenarios. El primero es que en las negociaciones que se realicen antes de la toma de posesión se logre avanzar sustancialmente para dejar lo más cerrado la negociación y con ello asegurar un espacio de discusión más sencillo una vez que entre la nueva administración. El escenario mas complicado es sí cambia la administración demócrata, en ese caso habrá que preparar una estrategia para dialogar con la nueva administración. En ese escenario se perfilarían presiones en el lado de la migración, que es el punto más controversial y que la actual administración del presidente Biden y el gobierno de México no han logrado llegar a un acuerdo,

Otro punto de controversia será la transición energética hacia fuentes más limpias y sostenibles que desde el punto de vista de sostenibilidad del crecimiento se perfila como uno de los puntos mas controvertidos. Esta transformación hacia una economía más sustentable no solo implica cambios en la producción y el consumo de energía, sino también en las cadenas de suministro y en la estructura económica global. La adopción de tecnologías verdes y la reducción de la huella de carbono son fundamentales para enfrentar la crisis climática, pero requieren inversiones significativas y coordinación internacional.

La evolución de la situación política interna en ambos países también influirá en el panorama económico. En Estados Unidos, las elecciones y los cambios en la administración pueden traer consigo nuevas políticas y prioridades que afecten las relaciones bilaterales y el comercio, ya que las visiones del mundo podría ser sustancialmente diferentes.

En resumen, aunque la evolución reciente de la economía global ofrece la posibilidad de una transición de poder relativamente apacible en Estados Unidos y México, existen múltiples factores que podrían alterar esta estabilidad. Las tensiones políticas, las estrategias económicas y los desafíos globales, como la crisis climática y la pandemia, continuarán moldeando el panorama en los próximos meses y años.

COLUMNAS ANTERIORES

Encrucijada mundial crítica
Rediseño del país y presupuesto 2025

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.