Clemente Ruiz Duran

Carlos Tello: La honestidad por delante

El legado de Carlos Tello es testimonio de una vida dedicada a la integridad, la equidad y la búsqueda incansable de una sociedad más justa.

En una sociedad tan compleja como la mexicana, es difícil encontrarse con un hombre tan congruente y honesto como Carlos Tello, preocupado a lo largo de su vida por hacer de México un país de mayor igualdad. En 1981 escribió, conjuntamente con Rolando Cordera, La Disputa por la Nación, en la que plantearon la opción nacionalista, la cual proponía la necesidad de realizar un vasto programa de reformas económicas y sociales para lograr una efectiva integración económica nacional, reducir sustancialmente la desigualdad, así como ensanchar las veredas a la democracia, la justicia y la libertad.

Su compromiso lo llevó a ocupar diversos puestos públicos, tuve la fortuna de conocerlo como subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda, donde propugnaba por una amplia reforma fiscal. Mas tarde, propuso al presidente López Portillo una idea clave para reformar la gobernanza del país, convencido de que se requería separar el gasto del ingreso, ya que era necesario programar el gasto de la nación en una perspectiva de evaluar las necesidades del país y correspondería a la Secretaría de Hacienda obtener los ingresos necesarios para cumplir con este objetivo. El colapso de este proyecto puso en evidencia la dificultad del país para establecer un desarrollo guiado por la planeación basada en el bienestar social.

Posteriormente tuve el privilegio de acompañarlo en el debate por la independencia de la banca central para defender los intereses nacionales, amenazados por los embates de la especulación. Su propuesta fue escuchada por el presidente José López Portillo evitando el colapso financiero del país con la nacionalización de la banca. Este fue un primer paso en un reordenamiento del país hacia un esquema transparente del mercado de divisas y una restructuración del sistema financiero, abriendo el camino para una renovación institucional.

Congruente con sus ideas se convirtió en un académico crítico, desde donde auspició la discusión y fomentó el debate. En los momentos más agudos de la crisis de la deuda publicó el libro Crisis financiera y mecanismos de contención, en donde señala que el sistema financiero internacional fue incapaz de renovarse a la altura que exigía el endeudamiento externo de América Latina y examina los mecanismos de concertación para resolver el desafío crítico del endeudamiento y cómo llegar a un acuerdo concertado utilizando mecanismos de mercado.

En una visión siempre propositiva escribió posteriormente el libro México: las finanzas públicas neoliberales, que ayuda a entender mejor por qué se gasta en lo que se gasta, el ritmo conforme al cual se gasta y las características del financiamiento de ese gasto público, y así comprender mejor por qué se financia el gasto de la forma en que se ha hecho durante las últimas décadas. Este esfuerzo de Carlos Tello permite entender mejor las características de la sociedad mexicana y plantear las condiciones (económicas y sociales) probables de su futuro desenvolvimiento.

Preocupado siempre por la distribución del ingreso escribió con el profesor Jorge Ibarra, un libro titulado La revolución de los ricos, en donde ofrecen un análisis comparativo del pensamiento neoclásico neoliberal hegemónico que ha persistido durante los últimos 35 años, en el que estudian los resultados de la actual situación económica. Narran el contexto histórico de la exitosa revolución de los ricos, que se inicia desde los años cuarenta; la élite neoliberal buscó de manera paulatina aumentar su presencia en la condición de la economía, para orientar sus objetivos y recuperar su participación en la riqueza y en el ingreso, mediante el pensamiento e ideas económicas neoliberales.

El legado de Carlos Tello es testimonio de una vida dedicada a la integridad, la equidad y la búsqueda incansable de una sociedad más justa. Su inquebrantable dedicación a desafiar el statu quo y abogar por reformas sistémicas ha dejado una marca indeleble en el panorama político y económico de México. A través de sus escritos y su servicio público, Tello no sólo destacó las deficiencias de las estructuras financieras existentes, sino que también proporcionó caminos visionarios para la reforma. Sus análisis críticos y propuestas vanguardistas siguen inspirando a nuevas generaciones de pensadores y formuladores de políticas, lo que subraya la perdurable relevancia de su trabajo en la configuración de un futuro basado en la igualdad y la justicia social. En un mundo donde la brecha entre los ricos y los pobres sigue ampliándose, la obra de Tello seguirá siendo una guía crucial para quienes se comprometan a superar esta brecha y fomentar una sociedad donde la honestidad y la congruencia lideren el camino.

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