Clemente Ruiz Duran

Renegociación del TMEC: constituir la ciudadanía de América del Norte

Existe el riesgo de perpetuar el modelo basado en el ensamblaje, en lugar de avanzar hacia una industria creativa que rediseñe el perfil del país.

Hace veinte años, el profesor Robert Healy, de la Universidad de Duke, advertía de los problemas del envejecimiento de la población de América del Norte y sus efectos sobre la economía. Este tema es crítico para Estados Unidos y Canadá, las tasas de natalidad han disminuido y las poblaciones están envejeciendo rápidamente, lo que aumenta la necesidad de trabajadores jóvenes, especialmente en sectores como la manufactura y el cuidado de la salud. La falta de mano de obra joven puede poner en riesgo la sostenibilidad de la fuerza laboral y el crecimiento económico. México, con una población más joven en comparación, es un posible proveedor de trabajadores, esta situación debería ser debatida en la renegociación y podría facilitar el flujo de talentos para suplir estas necesidades a través de políticas de movilidad laboral.

Esta situación, sin lugar a duda, también afectará la productividad en los países del norte. La renegociación del T-MEC podría incluir cláusulas que fortalezcan las cadenas de suministro, con el objetivo de reducir la dependencia de mercados fuera de la región de Norteamérica, como el asiático. Esto incentivaría a que más empresas se establezcan en la región, lo que beneficiaría a México al atraer inversión y crear empleos. La cooperación en el desarrollo de infraestructura y tecnologías avanzadas puede contrarrestar los desafíos de una población envejecida.

La renegociación del T-MEC podría enfatizar la necesidad de mejorar y flexibilizar las políticas de movilidad para que los trabajadores puedan moverse más fácilmente entre los tres países, respondiendo a la escasez laboral en sectores clave. Un mayor número de permisos de trabajo temporal o visas de trabajo bajo el T-MEC podría equilibrar las necesidades laborales y contribuir a un sistema migratorio más eficiente en la región. El reto es conformar una región que se apoye mutuamente, para ello se requiere plantear la conformación de una región de coprosperidad y para ello se podría constituir la ‘ciudadanía de América del Norte'.

La responsabilidad de México es superar la visión maquiladora y constituirse en un centro de innovación, a través de una política industrial integral que no solo atraiga inversiones, sino que también adopte una visión holística para impulsar procesos más complejos, transformando esta oportunidad en un motor de inversiones basadas en el conocimiento.

Lograr esta transformación implica una colaboración estrecha que incluya el desarrollo de centros de investigación dentro de las plantas industriales y el impulso de procesos de manufactura compleja. Este enfoque asegurará un crecimiento industrial sostenible basado en el conocimiento.

Es momento que la Secretaría de Economía desarrolle una política industrial integral, es decir, que induzca a desarrollos industriales complejos, se necesita de una ruta clara para sectores claves como la electrónica, el transporte, la farmacéutica, los microprocesadores y la industrial aeroespacial. La Secretaría de Economía necesita de una agenda clara, sin una guía definida existe el riesgo de perpetuar el modelo basado en el ensamblaje, en lugar de avanzar hacia una industria creativa que rediseñe el perfil industrial para el país. La agenda debe incluir la creación de condiciones que impulsen la capacitación, la investigación y el desarrollo tecnológico.

Se debe retomar la idea de la creación de instituciones comunes, crear la idea de un espíritu comunitario y no de países individuales. A lo anterior habrá que sumar que se requiere establecer una región de desarrollo sustentable que cumpla con los acuerdos internacionales.

En conjunto, estos temas apuntan a que la renegociación del T-MEC podría profundizarse para enfrentar los desafíos económicos y demográficos, promoviendo una integración que aproveche las fortalezas de cada país y apoye una visión de Norteamérica más competitiva y adaptada a las tendencias de envejecimiento poblacional.

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