El mundo parece encontrarse en una encrucijada crítica, marcada por una escalada de tensiones internacionales y una creciente incertidumbre, con crisis globales urgentes que van desde el hambre y la inestabilidad geopolítica hasta el cambio climático. A medida que se acerca el año 2025, la pregunta que surge es: ¿cómo afectarán estos desafíos a nuestras vidas y de dónde surgirá la estabilidad global? Los ataques de Ucrania a Rusia han alcanzado al jefe de las fuerzas de defensa química y biológica de Rusia, a lo que se suma el recrudecimiento de la situación de Medio Oriente. Esto se ha exacerbado con los desórdenes políticos en Corea del Sur, Francia y los conflictos violentos en Siria, Sudán y la República Democrática del Congo no han cesado, y algunos de ellos han provocado crisis humanitarias catastróficas. Esta inestabilidad política se inserta en una economía global lenta, con frecuentes conflictos geopolíticos y un grave déficit en la gobernanza global, la cooperación multilateral es esencial sin precedentes para resolver los problemas globales. Frente a esta situación observamos que el proceso de digitalización, ecologización e inteligencia ha generado un fuerte impulso para acelerar la globalización económica. Sin embargo, el pronóstico para el próximo año es incierto, impulsado por los riesgos de guerras comerciales y tensiones geopolíticas. El panorama se complica por posibles cambios en las políticas estadounidenses con la entrada del presidente Trump, como el aumento de aranceles, que podrían afectar a los socios comerciales y dañar los medios de vida globales. A lo anterior se agrega que el informe sobre el hambre y la alimentación de la ONU de este año revela que los niveles mundiales de hambre se han estancado durante tres años consecutivos, dejando a un número alarmante de personas enfrentando inseguridad alimentaria y desnutrición. Dado que numerosos conflictos regionales alimentan las crisis, existe la preocupación de que el hambre y la pobreza mundiales sigan profundizándose durante el próximo año. Otro elemento crítico a nivel global es que 2024 ha sido el año más caluroso jamás registrado. Asimismo se pronostican impactos climáticos más intensos el próximo año, el mundo necesita acelerar la acción y la cooperación antes de que la Tierra pase un punto de no retorno debido al cambio climático. La esperanza que se vislumbra es que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de este año, o COP29, pueda fortalecerse y logre avances en el financiamiento a esta situación. Un elemento que se suma a este panorama es que el mundo está siendo testigo de un aumento en el número y la proporción de personas mayores. La mayor esperanza de vida y las menores tasas de fertilidad son los principales factores que contribuyen al envejecimiento de la población, una tendencia que se espera que continúe, ante lo cual el mundo entero se enfrenta al desafío de garantizar que los sistemas sociales y de salud estén preparados para el cambio demográfico, que no es el caso de México, cuyo sistema de salud está desarticulado y resulta insuficiente para enfrentar el cambio demográfico. En medio de estas megatendencias nada favorables al desarrollo, surge el desarrollo de la inteligencia artificial que está moldeando cada vez más el panorama global. A medida que la seguridad, la ética y los principios de la IA están bajo escrutinio, se ha preparado el escenario para regulaciones de IA más estrictas y una cooperación internacional más amplia es clave para garantizar que las tecnologías de IA se desarrollen de manera responsable, justa y para el beneficio de todos. Es esencial mejorar los intercambios de civilización, ya que la sospecha, la división y la confrontación siguen bloqueando la causa de la búsqueda de la paz. La comunidad internacional debe buscar que la IA se utilice para reflexiones y no sea disruptiva y lleve a lo que el diccionario de Oxford ha denominado como disturbio cerebral (brain rot). Debemos buscar que el contenido del Internet sea constructivo y no limite el desarrollo mental de los jóvenes, un caso especial en este sentido es el de Australia que está buscando prohibir completamente el acceso a las redes sociales a los menores de 16 años para evitar el deterioro de las capacidades mentales causado por el contenido de bajo valor de las redes sociales. Estamos en un momento critico para la humanidad, requerimos darnos a la tarea de establecer nuevas reglas que redefinan la sociedad del siglo XXI en términos de una mayor convivencia y no esperar que la situación explosiva en varias regiones del mundo acabe por hacer mas explosivo el desarrollo de la comunidad internacional.
Clemente Ruiz Duran
Encrucijada mundial crítica
La inestabilidad política se inserta en una economía global lenta, con frecuentes conflictos geopolíticos y un grave déficit en la gobernanza global por lo que la cooperación multilateral es esencial para resolver los problemas globales.
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