Lydia Nava Vázquez, vicepresidenta nacional de Desarrollo Inclusivo de Coparmex
“Marzo, “el mes de la mujer”, ha concluido y con gran preocupación vemos que se han evidenciado las brechas en los diferentes ámbitos resaltando el laboral, económico y social.
El piso parejo y equidad de oportunidades no es aún una realidad. Según datos del INEGI, en México solo 4 de cada 10 mujeres en edad de trabajar lo hacen; la cifra para los hombres se duplica con 8 de cada 10.
4.6 millones de mujeres podrían trabajar, pero no lo hacen, porque no encuentran oportunidades laborales que cumplan sus necesidades o expectativas, mientras que la cifra en hombres es de 2.8 millones.
En la formalidad, los hombres ganan 14 por ciento más que las mujeres, mientras que en la informalidad, la brecha salarial es de 43 por ciento, presentando una tasa de informalidad mayor que la de los hombres.
El panorama para la mujer que busca salir adelante es adverso, con las políticas públicas en su contra. Por un lado, está la reciente decisión del gobierno federal de eliminar el Programa de Escuelas de Tiempo Completo y, por el otro, la significativa disminución de presupuesto para el Programa de Estancias infantiles hace algunos años.
El Programa de Escuelas de Tiempo completo ha demostrado ser un espacio para 3.6 millones de niños y niñas en México. Dentro de sus objetivos prioritarios está generar un mayor desempeño académico, aprovechamiento del tiempo, actividades extracurriculares y fomentar adecuados hábitos alimenticios.
No podemos dejar de lado otros beneficios que estas escuelas brindan a los niños y las niñas al estar en un entorno seguro, alejados de los peligros a los que hoy se enfrentan en la calle o, peor aún, en su propia casa.
El Coneval, la UNICEF y el Banco Mundial han evidenciado los resultados positivos de dicho programa, mostrando que existe una disminución en la tasa de rezago educativo, así como mejora de la eficiencia terminal; esto con un mayor impacto en localidades de alta marginación de educación primaria, logrando con ello cerrar la brecha educativa que se ha agravado con la pandemia.
Otro duro golpe en la prestación de servicios de atención, cuidado y desarrollo integral infantil, en México, fue la disminución de presupuesto asignado al Programa de Estancias Infantiles en años pasados. Dicho programa ganó un premio de Naciones Unidas al ser considerado uno de los mejores programas de apoyo a las madres trabajadoras en el mundo. Más de medio millón de madres de familia pudieron trabajar entre 2008 y 2012.
Las estancias infantiles atendían principalmente a la población con menos ingresos, que participan en el mercado laboral informal, viendo las necesidades de cuidado infantil de madres con ingresos menores a la línea de pobreza y que no contaban con acceso a la seguridad social.
Según informes de Coneval, el 93.9 por ciento de las personas beneficiarias consideraron que el Programa de Estancias Infantiles contribuyó a mejorar su calidad de vida y la de sus hijos.
Ambos programas son de gran valor y apoyo para que tanto madre como padre puedan contar con mayor disponibilidad de integrarse al mercado laboral y aumentar sus ingresos ya que se observó un aumento de 18 por ciento en la probabilidad de las mujeres que formaban parte del programa para incorporarse a un empleo.
La evidencia y las evaluaciones realizadas a dichos programas han demostrado resultados favorables. Se brinda atención, protección y desarrollo a los grupos más vulnerables como la niñez y las mujeres, beneficiando directamente a las familias mexicanas, cuyo ingreso no rebasa la línea de bienestar y no cuentan con acceso a servicios de cuidado infantil.
En todos los programas sociales estamos a favor de la transparencia y combate a la corrupción, las reglas de operación deben ser claras y con total cumplimiento; sin embargo, la solución no es la disminución o eliminación de los mismos.
Trabajemos en conjunto para establecer indicadores, evaluaciones y controles muy estrictos para verificar de manera constante, que el grupo beneficiario sea como se establece en los objetivos y se logre con ello el beneficio social planteado.
El llamado urgente es a la implementación de políticas y programas públicos que impulsen y beneficien a las mujeres, para que puedan integrarse a la vida laboral, mejorar su ingreso y el de sus familias.
Cada mujer en México merece la oportunidad de continuar con su educación, de desarrollarse laboralmente y de contribuir con su país. #OpiniónCoparmex