Francisco Torres Luquín, director general de Veolus/Experto en eficiencia energética/Medio ambiente.
Hoy en día las empresas pueden utilizar diversas estrategias para lograr la eficiencia energética y, además, colaborar en la lucha contra el cambio climático. Una de ellas es la tecnología, pero ¿cómo funciona?
La tecnología es clave en la implementación de un programa de monitoreo para los procesos productivos, consumo de energía y los sistemas de aire acondicionado y transporte vertical, como son los elevadores, escaleras eléctricas, rampas y montacargas.
De acuerdo con el Informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, reducir las emisiones de carbono en el sector industrial no es imposible, porque se pueden promover “las opciones de mitigación, incluida la gestión de la demanda, la eficiencia energética y de los materiales, los flujos circulares de materiales, así como las tecnologías de reducción y los cambios transformadores en los procesos de producción”.
Incluso, agrega el informe retomado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), para avanzar hacia las cero emisiones netas, la industria puede aprovechar los nuevos procesos de producción utilizando las energías renovables y el control de la gestión del carbono, todo ello apoyados por la tecnología.
Otro sector que puede implementar dicha tecnología, son las ciudades. De acuerdo con el informe, los edificios existentes que se modernicen y los que aún no se construyen, podrán alcanzar las cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050, si es que se impulsan políticas, sumado a medidas de eficiencia, apoyadas por la tecnología y el uso de energías renovables.
Llegar a la eficiencia energética no es tarea complicada, si va de la mano de un experto. Cualquier empresa, edificio o comercio puede contar con un programa de mantenimiento para un menor desgaste, alargar la vida útil de sus equipos y ahorrar recursos, además de reducir su huella de carbono. Todo ello utilizando tecnologías ya probadas.
De esta forma y tras revisar instalaciones o las necesidades del cliente, se puede crear un sistema de monitoreo para garantizar que una instalación sea eficiente; también, si se realiza en tiempo real, se puede detectar cualquier falla o anomalía de forma inmediata, haciendo que mejore el mantenimiento preventivo y predictivo y a la vez, evitando las fallas severas. Una ventaja, es que se puede adaptar a las necesidades de cada cliente y lo gestione como mejor le convenga a los recursos de la empresa.
Por ejemplo, el Aeropuerto Internacional ‘El Dorado’ de Bogotá, Colombia, que al estar adscrito al Programa Nacional de Carbono Neutralidad del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, se planteó reducir 57 por ciento de sus emisiones de dióxido de carbono para 2028.
¿Cómo lo conseguirá? Pues con la ayuda de la tecnología para alcanzar una eficiencia energética y de la economía circular, y que será aplicado a la iluminación, aire acondicionado, transporte vertical y todos los equipos que permiten su operación.
Durante los últimos años, el consumo de energía aumentó considerablemente y, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), tendrá una demanda de 40 por ciento más para 2040. Aunado a ello, el sector de suministro de energía, dice la Organización de Naciones Unidas (ONU), contribuye con 53 por ciento de la emisión de los gases efecto invernadero.
De ahí que la inclusión de la tecnología, tanto en procesos productivos como en ámbitos en equipos de aire acondicionado, transporte vertical y otros, así como de la construcción, son necesarios para que funcionen de manera óptima a favor del medioambiente y de la economía, ahorrando recursos al hallar las deficiencias y corregirlas y, sobre todo, poder monitorear los consumos de energía por grupos de equipos.
Y el otro plus, sin duda, es apoyar en la lucha contra el cambio climático, que nos permitirá dejar un mejor planeta a las futuras generaciones.