Francisco Torres Luquín, director general de Veolus
Terminar con el alto consumo de combustibles fósiles y disminuir las emisiones de CO2 son retos mayúsculos para la industria productiva en general, pero para el sector automotriz, uno de los más dinámicos y en continuo desarrollo en el mundo, es una necesidad primordial porque su consumo de energía aumenta cada vez más y sus emisiones son insostenibles, 9.0 por ciento de los gases de efecto invernadero (GEI) en el mundo provienen de la industria automotriz, según Greenpeace.
Este elevado requerimiento energético y los altos costos por su consumo han obligado a las empresas del sector a tomar el camino de la sustentabilidad y analizar nuevas medidas de eficiencia energética que contribuyan a reducir su impacto ambiental y la huella de carbono, así como optimizar sus costos de desarrollo y producción, mejorando su competitividad.
Como sucede en gran parte de las industrias, la automotriz también recurre a políticas y proyectos de generación para responder a las nuevas exigencias del entorno, respecto a la conciencia ambiental y la responsabilidad social, lo que, sin duda, afina sus procesos productivos, aumenta su rentabilidad y le da mayor prestigio en el mercado.
Ejemplo de ello es la marca automotriz alemana Audi que, como parte de su estrategia Mission : Zero, firmó el primer Acuerdo Voluntario de Eficiencia Energética en México para descarbonizar sus operaciones para 2025, a través de acciones concretas para disminuir la huella ecológica en producción, logística, y reducir la intensidad energética en su fábrica localizada en Puebla. El compromiso de la automotriz es claro, lograr un ahorro significativo de más de 13 mil megawatts-hora al año y evitar la emisión de 3 mil toneladas de CO2 al año.
Para fomentar la eficiencia energética, no basta con la adquisición de energía más barata o la instalación de paneles fotovoltaicos; la industria automotriz requiere de diagnósticos para detectar las ineficiencias de equipos, tecnología, operación y mantenimiento especializados para resolverlas. Hoy en día, los servicios de mantenimiento preventivo y correctivo para equipos de soporte como plantas de luz, equipos de aire acondicionado, transporte vertical, entre otros, se han posicionado en el mercado como grandes soluciones en eficiencia energética.
Además, la correcta gestión global de instalaciones (también llamada facilities management), con ayuda de energías más limpias y económicas –como la solar– en todos sus procesos, asegura una operación continua para un sector automotor que, por otro lado, sigue respondiendo a la demanda de vehículos sostenibles que garanticen un impacto ecológico positivo.
Los proyectos de eficiencia energética conllevan múltiples beneficios para quienes lo implementan, tales como reducción de gastos, disponibilidad de los equipos, calidad en los servicios, continuidad en sus procesos de producción, monitoreo de fallas y monitoreo de consumos de energía en tiempo real, por mencionar algunos.
La industria automotriz tiene objetivos ambientales ambiciosos y necesita cumplirlos de manera rentable, por lo que no se puede dar el lujo de interrumpir sus procesos por inconsistencias en el suministro de energía, ni tampoco asumir los altos costos económicos y energéticos que representan las fallas en sus instalaciones y maquinaria. La eficiencia energética, además de ayudarlos a cubrir la demanda del mercado, les permitirá a las compañías del ramo proteger su inversión con estrategias de producción amigables con el medio ambiente.
El autor es experto en eficiencia energética/ Medio ambiente