Colaborador Invitado

Los retos y éxitos del combate a la pobreza en Oaxaca

A través de la Secretaría de Bienestar estatal, implementamos la estrategia “E-40″, diseñada como instrumento de planeación con el propósito de reducir los niveles de pobreza en el Estado.

Yolanda Martínez López, Secretaria de Bienestar de Oaxaca

Para el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, el combate frontal contra la pobreza se convirtió en un eje prioritario desde el inicio de su administración; el objetivo central era revertir el preocupante incremento de pobreza en el 56.8 por ciento de los municipios del estado, registrado durante el periodo 2010 a 2015 de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), justo antes de empezar su sexenio.

Por ello, a través de la Secretaría de Bienestar estatal, implementamos la Estrategia de Atención Prioritaria a Municipios para el Combate de la Pobreza y Pobreza Extrema “E-40″, diseñada como un instrumento de planeación y focalización de política pública con el propósito de reducir los niveles de pobreza y pobreza extrema en el Estado, dando prioridad a los municipios con la mayor cantidad de población en esta situación de pobreza extrema y a los de mayor proporción de población en esta situación.

El diseño e implementación de esta estrategia contempló cuatro componentes fundamentales: planeación estratégica mediante el uso de datos cuantitativos y cualitativos; georreferenciación de las carencias sociales; focalización del presupuesto; y coordinación interinstitucional.

Lo anterior permitió que, de acuerdo a la última medición del Coneval, de 2015 a 2020, el 83 por ciento de los municipios de Oaxaca, es decir 475 de los 570 municipios, redujeran su porcentaje de pobreza 7 puntos porcentuales en promedio. Además, se registró una disminución del 29 por ciento en los municipios que cuentan con más del 90 por ciento de su población en situación de pobreza, al pasar de 247 municipios en 2015, a 175 en 2020.

Un caso referente es el municipio de San Antonio Acutla, de la región mixteca, que logró ser el tercer municipio con la mayor reducción de pobreza a nivel nacional, al disminuir 37.3 puntos porcentuales su pobreza, pasando de 92.9 por ciento de la población en esta condición en 2015 a 55.6 por ciento en 2020, con ello, pasó del lugar 274 en pobreza del país a ocupar la posición 1,484.

En cuanto a la disminución de la pobreza extrema en los municipios oaxaqueños, el 77 por ciento de ellos, es decir, 439 municipios redujeron su pobreza extrema en promedio 10.6 puntos porcentuales y fue Santiago Nuyoó el caso de éxito con la mayor reducción a nivel nacional, al disminuir 57.3 puntos porcentuales este indicador, pasando de 83.9 por ciento a 25.5 por ciento de la población en esta condición, con lo que pasó de ser el tercer municipio con la mayor pobreza extrema del país en 2015, a ocupar la posición 546 en 2020.

Por otra parte, también se han logrado resultados significativos en el combate a las carencias sociales, de 2015 a 2020 hubo mejoras sustanciales en cinco de las seis carencias sociales con las que el Coneval mide la pobreza. Los principales avances se presentaron en la carencia de rezago educativo que registró una reducción en el 86.5 por ciento de los municipios; de igual manera, el 82.5 por ciento de los municipios redujo la carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda; el 81.2 por ciento disminuyó la carencia por acceso a la seguridad social; el 66 por ciento redujo la carencia por calidad y espacios de la vivienda; y el 64.9 por ciento de los municipios tuvo mejoras en la carencia por acceso a la alimentación.

De manera global, los resultados obtenidos en la medición de la pobreza municipal 2020 han permitido identificar los aciertos en materia de focalización de acciones en los municipios con los índices más altos de pobreza y pobreza extrema, además de que estos resultados permitirán reforzar la estrategia desarrollada con la finalidad de consolidar la tendencia de reducción de la pobreza que se ha logrado a nivel estatal y municipal.

Es verdad que, sin el trabajo en equipo de funcionarios estatales y federales, autoridades municipales, el sector privado, asociaciones civiles, así como las y los oaxaqueños comprometidos, e incluso actores internacionales como agencias de cooperación para el desarrollo que han sido aliados estratégicos en la implementación de estas acciones, los resultados aquí expuestos no habrían sido posibles.

Gracias al esfuerzo conjunto, con compromiso y planeación, hemos logrado que los retos compartidos sean también éxitos en común. En Oaxaca sabemos muy bien que cuando hay voluntad se puede, la E40 es una muestra de ello.

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