Por Juan Carlos Machorro, abogado y socio líder de la práctica transaccional de Santamarina y Steta.
Volaris y VivaAerobus han anunciado que reiniciarán vuelos en el Aeropuerto Internacional de Toluca. Volaris operará las rutas de Tijuana, Puerto Vallarta, Guadalajara, Huatulco, Cancún y Los Cabos, mientras VivaAerobus operará las rutas Monterrey y Cancún.
Aun cuando esto constituye una buena noticia para satisfacer parte de la demanda del mercado, particularmente de quienes habitan al poniente de la Ciudad de México, no se considera una solución al tema de saturación de operaciones en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
En primer lugar, es altamente probable que las nuevas rutas y frecuencias a partir del Aeropuerto Internacional de Toluca (AIT) sean en adición a, y no en reemplazo de, rutas y frecuencias operadas desde el AICM.
En segundo lugar, la degradación a Categoría 2 por parte de la FAA, que se mantendrá seguramente el resto de este 2022, impide abrir rutas o frecuencias a territorio norteamericano operando desde Toluca, manteniéndose únicamente aquellas operadas desde el AICM antes de la degradación en mayo de 2021.
En tercer lugar, existe un número importante de usuarios que seguirán privilegiando el uso del AICM sobre el AIT, particularmente aquellos usuarios que no habiten o realicen sus actividades de trabajo en el poniente de la Ciudad de México.
Finalmente, el AIT no cuenta con una capacidad suficiente para absorber un número considerable de vuelos a trasladarse desde el AICM. En el mejor de los casos, el AIT podría transportar hasta 6 millones de pasajeros al año. En 2008 llegó a transportar 3.9 millones de pasajeros, mientras que el AICM rebasó el umbral de 50 millones de pasajeros antes de la pandemia.
Ni la operación conjunta de AIT con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) (cuya capacidad máxima en la primera etapa se estima en 20 millones de pasajeros anuales) alcanzará para el 50% de la capacidad máxima histórica del AICM.
Eventualmente habrá que atender el tema y regresar a un proyecto viable, que nos permita contar con infraestructura de conectividad aérea para el Valle de México por el resto del siglo XXI.