Por Helios Herrera, conferencista.*
Durante tres décadas he tenido la oportunidad de impartir más de 3 mil 500 seminarios y conferencias a más de cinco millones de personas para muchas empresas, la mayoría grandes corporativos, instituciones y gobiernos. He conocido y convivido con personas extraordinarias, grandes personalidades del deporte, la política, las comunicaciones, con altos ejecutivos y empresarios millonarios. ¿Por qué te digo esto? Vivimos en un país donde el dinero es la causa número uno de estrés, según una encuesta realizada por BlackRock, en donde se relaciona al dinero con el éxito. Y la pregunta que más se repite en mis seminarios es ¿cómo logro ser exitoso?
Hasta la fecha no tengo una respuesta concreta porque el éxito está en el ojo de quien lo observa, es decir, lo que para mí significa no necesariamente puede conectar contigo. Sin embargo, se tiene la creencia colectiva que ser exitoso es tener fama, dinero y fortuna, en lo personal va mucho más allá: ser exitoso es sentirse pleno y completo con lo que soy y lo que hago.
Con base en una encuesta realizada por OCC Mundial, en México aproximadamente 75 por ciento de los mexicanos profesionistas no están satisfechos ni felices con su situación laboral actual, esto genera un gran sentimiento de frustración y por ende, una desconexión total de tu propósito. Por eso la constante de la pregunta en mis conferencias. Las personas buscan cambiar su realidad, pero la mayoría de las veces no se es consciente de las acciones que te llevaron a tener tus resultados actuales.
Con toda esta gente que ha triunfado y alcanzado el éxito me he dedicado a analizar lo que han hecho y NO hacen en su día a día para lograrlo. Te invito a que las reflexiones y te cuestiones si tú las has aplicado en tu vida cotidiana.
1. Nunca ponen excusas. Saben que éstas son razones lógicas, permisos que tú mismo te das para no hacer lo que tenías que hacer. En este mundo crecemos a partir de los problemas que resolvemos y no de los que justificamos.
2. Jamás verán al trabajo como obligación rutinaria. Lo entienden como una plataforma y como un camino para crecer. Como les gusta crecer en conciencia, siempre están en el trabajo creando nuevas actividades y disciplinadamente van a la oficina, a sus citas, a hacer lo que tienen que hacer y lo hacen bien, con excelencia. Según un estudio de la Universidad de Scranton, en Pennsylvania, 55 por ciento de las personas abandona sus propósitos antes del 31 de enero. ¿Notas la diferencia?
3. No piensan sólo en su beneficio. Casi ningún exitoso que conozco vive obsesionado con hacer más fortuna; entienden que el éxito es consecuencia del equilibrio del ser y saben que la realidad se materializa por la ley de causa y efecto. No fijan su atención en lo que van a obtener, sino en lo que deben sembrar para cosechar después; y como lo que siembran afecta positivamente la vida de los demás, la consecuencia será positiva y benéfica para ellos.
4. Jamás pensarán cómo NO hacer algo. Entienden que la creatividad, la productividad y el movimiento a favor de la acción implican ver las posibilidades, procuran encontrar el ‘cómo sí'. Por inercia, con el paso del tiempo sus cerebros automáticamente piensan en cómo es posible lograr las cosas.
5. No toleran a los mediocres ni a la mediocridad. Los exitosos no alcanzan a entender la mediocridad, les incomoda y la repudian. Pareciera que son intolerantes a las personas, a los ojos de otros; sin embargo, no están contra las personas sino contra la actitud mediocre. Uno de los errores más frecuentes que se cometen es que el no aterrizar nuestro sueño en algo medible, realista, alcanzable, específico, lo que a la larga genera frustración y un miedo a soñar.
6. Nunca descuidan los detalles. Cualquiera puede hacer las cosas, pocos pueden hacerlas bien, pero muy pocos las hacen realmente con excelencia. Cualquier pintor dibuja una mano. Muy pocos le agregan huellas digitales, cicatrices, color, uñas y pelitos en los nudillos; el resultado final siempre es valorado.
7. No hacen de un mal rato un mal día. Pueden enfurecerse en la mañana, pero no permiten que malas circunstancias los definan. Saben que la vida no es algo que les sucede, ellos crean las circunstancias de su vida, modifican su realidad, respiran profundo y deciden disfrutar de lo bueno a pesar de lo malo. 10 por ciento es lo que te sucede y 90 por ciento cómo reaccionas.
8. No creen en el fracaso. No se estancan en un fracaso, entienden que son situaciones de aprendizaje, no es que les guste fracasar, simplemente entienden que el fracaso es como la cáscara del plátano: amarga y dura, pero saben que no se la tienen que comer.
9. NO saben cuánto éxito tienen hasta que alguien se los muestra. Están tan enfocados en hacer lo que aman, lo disfrutan y creen tanto en su proyecto de vida que lo que menos les motiva es llegar a determinado ‘nivel’. Avanzan y al mirar atrás se dan cuenta de que están viviendo una mejor versión de sus sueños de juventud.
10. Nunca dejan de divertirse y aprender. Están llenos de buen humor, disfrutan la vida a plenitud, viven aquí y ahora, todos los días leen un capítulo de un libro o escuchan un audio para mejorar sus habilidades, o incluso toman talleres y entrenamientos. ¡Ahí está la clave!
Si tú quieres tener mejores resultados en tu vida, evita hacer estas diez cosas, crea tu definición de éxito y trabaja por ella. No te enfoques en el tener, las cosas materiales van y vienen. Enfócate en tu ser para que todo lo demás sea una consecuencia.
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*Conferencista con más de tres décadas de experiencia, líder en transformación personal, motivación y ventas; experto en desarrollar equipos de alto rendimiento y personas de impacto. Ha dictado alrededor de 3 mil 500 eventos, para más de 350 corporativos AAA, logrando impactar a una audiencia acumulada cercana a los cinco millones de participantes en México, España, EU y Latinoamérica.