Colaborador Invitado

Bancarizando a todos

Con 2 mil sucursales convierten a Banco Azteca como la insitución con la más grande infraestructura en México y en el que tiene la mayor cercanía con las clases populares.

Alejandro Valenzuela, director general de Banco Azteca y Azteca Servicios Financieros

La inclusión es el lugar donde cabemos todos; y la prosperidad es el objetivo que debemos cumplir. Si queremos que nos vaya bien a todos, necesitamos del esfuerzo de la sociedad en su conjunto. Ningún gran cambio en la historia, lo ha hecho una persona sola.

Ricardo B. Salinas Pliego

Banco Azteca cumple 20 años, lapso en el que, con gran esfuerzo, ha impulsado un cambio en la banca en México a través de una mayor oferta ubicada en los rincones más lejanos, y que llega a millones de personas quienes no contaban con servicios financieros formales y de calidad. Todo ello, con la implementación de tecnología de punta y la democratización de su acceso.

Esto propicia una transformación de los hábitos financieros de las personas. En la actualidad, por ejemplo, la evolución de los dispositivos móviles permite al cliente acceder a los servicios bancarios ofertados tradicionalmente en una sucursal. No hay duda, la transformación digital seguirá profundizándose, aunque en Banco Azteca la concebimos como un complemento de la banca física, por lo que estamos determinados a impulsar servicios financieros de calidad, siempre disponibles para nuestros clientes.

Nuestras 2 mil sucursales nos convierten en el banco con la más grande infraestructura en México y en el que tiene la mayor cercanía con las clases populares, al estar presente como único banco en casi 200 municipios, entre los 800 que hoy atendemos, brindando servicios a un sector de la población que no puede detener sus labores y que debe salir a las calles todos los días para asegurarse el sustento.

Es por ello que nos mantenemos abiertos de 9 a 9 los 365 días del año, y decimos con orgullo que somos un banco siempre abierto.

Desde nuestra plataforma digital, impulsamos fuertemente la bancarización al sumar, en menos de un lustro, a 18 millones de clientes, sin perder de vista la deuda histórica que la banca mexicana mantiene con el país, dada la persistente brecha en materia de inclusión financiera. Creemos que esa realidad hace indispensable que todas las instituciones bancarias sigamos apostando por acercar nuestros servicios a las localidades más distantes y vulnerables, utilizando cada canal disponible e innovando para hacer lo que parece imposible, posible.

Es un orgullo reconocer, sin retórica alguna, que el modelo de negocio de Banco Azteca tiene 20 años de apego al principio de inclusión, lo que le ha permitido ser el primer acceso a servicios financieros para, al menos, 30 millones de mexicanos, es decir, casi una cuarta parte de la población en nuestro país.

Reconocemos que, con Elektra, la familia Salinas entendió visionariamente la necesidad de miles de mexicanos de contar con un esquema de pagos fraccionados para adquirir bienes de uso cotidiano y mejorar así su calidad de vida. Al paso de los años, con la ayuda y compromiso de miles de colaboradores, Banco Azteca ha complementado y fortalecido esta importante tarea, mediante sus servicios bancarios accesibles y de fácil entendimiento.

De hecho, con su creación, el banco rompió paradigmas, pues se pensaba que las clases populares no podrían ahorrar consistentemente e, incluso, que no serían capaces de honrar sus deudas. Hoy, ante la evidencia acumulada durante dos décadas, sumamos 23 millones de clientes activos y, de cada peso prestado, captamos 1.50 pesos gracias a la generación de confianza, credibilidad y a nuestra oferta, que es única.

Estamos conscientes de que millones de mexicanos aún están esperando más y mejor atención, e incluso, de que muchos de ellos aún no cuentan con servicios financieros. Nuestro reto es continuar mejorando para poder sumar valor a sus emprendimientos y realización de sueños mediante servicios financieros de alta calidad. Es por ello que nos levantamos todos los días pensando que sí podemos hacer la diferencia: un mejor banco, para un México mejor.

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