Colaborador Invitado

Recuperación de salario, impulso desde el sector empresarial

La meta es recuperar el poder adquisitivo del salario mínimo general y llegar a la línea de bienestar familiar.

Es casi cierre de año y uno de los temas importantes e interesantes para la economía del país son, sin duda, las reuniones y resoluciones de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami).

¿Por qué? Por la sencilla razón de que ahí se determina el monto del ingreso mínimo al que tiene derecho un trabajador para el año entrante, en este caso, para el 2023.

Con relación al incremento del salario mínimo de 172.87 pesos a 207.44 pesos para 2023, en el Centro Empresarial de la Ciudad de México coincidimos plenamente con lo expresado por la COPARMEX a nivel nacional, de ser una muestra de que el sector empresarial está comprometido con nuestros colaboradores y con el país.

El incremento al citado salario mínimo es equivalente a mil 52 pesos mensuales y de acuerdo con los datos de la Conasami, supone un impacto diario adicional de 199.5 millones de pesos diarios para los empleadores.

Ya desde por lo menos el 2014 el Centro Empresarial de la Ciudad de México propuso iniciar un proceso de recuperación sustancial al salario mínimo en el marco de la llamada “Nueva Cultura Salarial”. Es decir, fue desde el propio sector privado que se puso sobre la mesa de la opinión pública este significativo tema.

La meta es recuperar el poder adquisitivo del salario mínimo general y llegar a la línea de bienestar familiar. Tenemos la certeza de que hemos avanzado en esta ruta, aunque somos realistas en el sentido de que hace falta camino por recorrer.

El nuevo salario mínimo es resultado de la combinación de dos factores:

  1. Un Monto Independiente de Recuperación de 15.72 pesos que no se considera como referencia para las negociaciones colectivas. (172.87 + 15.72 = 188.59 pesos)
  2. Un incremento en función de la inflación de 10%. (188.59 x 1.10) = 207.44 pesos

Por ejemplo, para la Ciudad de México hay que considerar que el número de trabajadores registrados en el IMSS con un salario mínimo, gracias a ese proceso, representan menos de medio punto porcentual del total de trabajadores registrados.

Sin embargo, creemos que también resultará en un beneficio adicional para aquel segmento cuyo salario se encuentra hoy entre el mínimo y 188.59 pesos, debido a que a partir de dicho monto se aplica el 10% de incremento.

Desde luego que para ampliar este proceso de crecimiento real de los salarios es necesario, por una parte, un continuo aumento de la productividad y por otra, para que se derrame de mejor forma en el conjunto de la sociedad, propiciando una transición acelerada de la informalidad a la formalidad.

En este último punto los datos son reveladores, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI al tercer trimestre del 2022 nos dice que en la Ciudad de México, del total de personas trabajadoras remuneradas en el citado sector informal que tienen ingresos menores a un salario mínimo representan el 55.7% del total.

Como se ve, es aquí en donde podemos dar un verdadero salto cualitativo en la materia no solo respecto del ingreso, también desde la óptica de la seguridad social y de cara al futuro, considerando la transición demográfica que en la capital del país va a un ritmo más acelerado que en el resto de los estados de la República.

Además, considerando que se prevé que la economía se desacelere en el 2023 y ello impacta directamente en el empleo, resulta conveniente profundizar tanto en la exención del impuesto sobre nómina a todo el conjunto de empresas para los empleos de nueva creación, así como considerar la posibilidad de reducir su tasa para alentar el tránsito referido de la informalidad a la formalidad.

Antecedentes

Los antecedentes en México del salario mínimo se remontan al artículo 123 fracción VI de la Constitución de 1917, donde quedó plasmado por primera vez, con amplitud nacional, como una de las bases para las leyes sobre el trabajo que habrían de expedir el Congreso de la Unión y las legislaturas de las entidades federativas.

Sin embargo, fue hasta el 1 de enero de 1934, durante el mandato del presidente Abelardo Rodríguez, que se fijó el primer salario mínimo de alcance nacional promovido por el mismo Ejecutivo Federal.

En la actualidad es la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, órgano con representación tripartita (autoridades, sector patronal y sector trabajador), la encargada de cumplir con el artículo 94 de la Ley Federal del Trabajo y fijar los salarios mínimos legales.

En Coparmex CDMX estamos seguros que el trabajo entre las autoridades de la Secretaría del Trabajo, los trabajadores y los empleadores podrá rendir frutos en el corto y mediano plazo para llegar a la meta que nos propusimos en el 2014 de hacer realidad la Nueva Cultura Salarial, en la que apoyados hombro con hombro, los tres participantes de este gran tema, tengamos beneficios por el bien de las familias, las plazas de trabajo y la economía. ¡Sigamos avanzando!

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