Colaborador Invitado

¿Elegir entre sobrevivir o innovar?

Las empresas tecnológicas más jóvenes pueden aprender mucho de las tradicionales sobre adaptabilidad, innovación y resistencia.

Por Desmond Mullarkey, Head of Revenue and Growth de Stripe para Latinoamérica.

Inflación, cadenas de suministro interrumpidas y una recesión económica. Es más importante que nunca que las empresas sean prudentes y maximicen su eficiencia, pero centrarse únicamente en el ahorro a corto plazo puede perjudicar al largo. Ser estratégico y encontrar nuevas fuentes de ingresos también es de vital importancia; no se puede superar una crisis tan sólo ahorrando.

Aprendiendo del pasado

En la crisis de las puntocom de principios de la década de 2000, el Nasdaq cayó un 78% al quebrar miles de empresas de Internet. Aquellas que sobrevivieron lo hicieron con valoraciones mucho más bajas.

Algunas de las empresas tecnológicas más exitosas de nuestro tiempo no sólo sobrevivieron, sino que prosperaron durante la crisis. Amazon empezó en los años 90 como minorista de venta de libros, pero a finales de los 2000′s lanzó Amazon Marketplace. Los marketplaces no eran tan populares entonces, así que no fue una decisión obvia. En ese entonces, crear un mercado era complejo y caro, pero Amazon decidió invertir a pesar de la crisis, afectando el precio de sus acciones, pero recompensada con un gran éxito.

Por el contrario, Nokia, que llegó a ser líder mundial en telefonía móvil, se enfrentó a una nueva amenaza en 2007 cuando Apple lanzó el iPhone. En 2008, llegó la crisis financiera y la posterior desaceleración económica. En lugar de asignar recursos a objetivos de innovación a largo plazo, como trabajar en un nuevo sistema operativo, Nokia optó por la opción más sencilla: desarrollar dispositivos telefónicos para la demanda del mercado a corto plazo. La falta de visión llevó a la empresa a un pronunciado declive, para ser adquirida por Microsoft en 2013.

Hacer más con menos

La proliferación de API y herramientas SaaS ha reducido drásticamente la carga operativa de las empresas, lo que significa que los grandes proyectos estratégicos pueden implementarse con bajos costes fijos a largo plazo. Crear un mercado similar al de Amazon ya no requiere meses o incluso años de desarrollo de software porque puede crearse directamente con herramientas como Stripe Connect.

Durante una ralentización, revisar tus soluciones tecnológicas y los proveedores de SaaS para identificar dónde puedes reducir costes puede ser un ejercicio útil.

La toma de decisiones estratégicas

Un cálculo del coste total de propiedad (CTP) —evaluación de todos los costos en los que incurre una organización al adquirir, instalar, ejecutar y mantener su infraestructura de TI—, puede proporcionar una imagen clara de los costes reales de una inversión y de las consecuencias a largo plazo de elegir un proveedor frente a otro.

Se necesita evaluar el valor del tiempo del desarrollador frente al beneficio de utilizar los escasos recursos de ingeniería para partes más estratégicas del negocio. Asimismo, hay que tener en cuenta toda la oferta de productos del proveedor de software y las futuras innovaciones para mantener la flexibilidad en el futuro. Las desaceleraciones impulsan el cambio, y el mundo será muy diferente cuando la economía vuelva a recuperarse.

También puede ser útil realizar un análisis del impacto económico total (TEI). Considera los costes como inversiones y su posible rentabilidad. Forrester recién realizó un análisis de este tipo para los usuarios de Stripe y ha descubierto que estos obtuvieron un retorno de la inversión medio del 326% al elegir Stripe como proveedor de pagos, tanto por la optimización de los pagos como por la conservación de los recursos de los desarrolladores y el aprovechamiento de nuevas fuentes de ingresos. Al introducir nuevas líneas de negocio y dedicar más tiempo de desarrollo a la evolución de sus productos básicos, estas empresas se vuelven más dinámicas cuando la economía crece y más resistentes cuando decae.

Nunca dejes de innovar

Empresas centenarias como Ford o Maersk han vivido múltiples recesiones, incluso catastróficas como la Gran Depresión. Ford inventó la cadena de montaje en 1914 y hoy se encuentra entre los primeros fabricantes de automóviles en pensar de forma holística en la experiencia de pago digital de sus clientes. Maersk ha atravesado múltiples crisis en el último siglo y ahora adopta con éxito la tecnología para ofrecer una plataforma logística totalmente digital a sus clientes.

Las empresas tradicionales han intentado aprender del éxito de las empresas tecnológicas para adaptarse al mundo digital. En el entorno económico actual, podría ser una buena idea invertir esa transferencia de conocimientos: las empresas tecnológicas más jóvenes pueden aprender mucho de ellas sobre adaptabilidad, innovación y resistencia.

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