Colaborador Invitado

Tan fuerte como el eslabón más débil

El salto entre derechos laborales y la diligencia empresarial para respetar derechos humanos y medio ambiente está ocurriendo ahora.

Para el Dr. Goldratt fue muy claro, una cadena de valor, será tan robusta como robusto sea su estabón más débil, y por analogía me permito agregar que será tan resiliente como el eslabón menos resiliente lo sea. Hoy, me referiré al tema de las cadenas de suministro globales y la necesidad de operar respetando las nuevas reglas de diligencia en derechos humanos y medio ambiente que regirán la producción y los mercados internacionales.

Desde hace algún tiempo, gobiernos de países preocupados por la sostenibilidad, han desarrollado normatividad y leyes para el desempeño empresarial responsable. El enfoque no es de control del mercado sino de competitividad, respetando derechos fundamentales tanto de trabajadores como de un medio ambiente limpio y sano. Evidentemente, todo inició hace dos siglos, sin embargo, el salto entre derechos laborales y la diligencia empresarial para respetar derechos humanos y medio ambiente está ocurriendo ahora.

La Directiva Europea de Diligencia Debida de las Empresas en materia de sostenibilidad, será aprobada tentativamente en mayo de 2023. Tiene por objetivo fomentar un comportamiento empresarial sostenible y responsable de las cadenas de suministro. Tras la aprobación, los países de la UE tendrán dos años para traducir la Directiva en las respectivas legislaciones nacionales. Algunos países no esperan y directamente han avanzado en el camino de su propia legislación.

Como ejemplo, España que está ultimando el anteproyecto de Ley de Protección de los Derechos Humanos, de la Sostenibilidad y de la Diligencia Debida en las Actividades Empresariales. Alemania por su parte, propone agenda y desde el 1 de enero 2023 las grandes empresas alemanas operan bajo la Ley de Diligencia Debida de la Cadena de Suministro. Ahora bien, ¿cómo afecta esto a la operación del negocio en México?

Trataré de responder a la pregunta, aprovechando la noticia respecto a la formalización de la nueva inversión millonaria para la producción de vehículos eléctricos BMW en San Luis Potosí. No puedo dejar de mencionar que el presidente López Obrador y el canciller Ebrard acudieron al evento y su discurso en fue en el sentido de que las renovables son el futuro, mostrando con ello, que el camino de México anunciado en la COP27 sigue adelante.

Regresando a BMW, cabe mencionar que la empresa alemana líder mundial en vehículos premium, tiene más de 125 mil empleados a nivel mundial y que ahora debe seguir los lineamientos de la mencionada Ley de Diligencia Debida de la Cadena de Suministro.

Ahora por ley (alemana), BMW –incluso la planta en México-, deberá identificar, evaluar, prevenir, remediar y reportar, los impactos ambientales y de derechos humanos tanto en sus propias operaciones como en las de su cadena de suministro. La parte de prevención, incluso considera mecanismos para que los eslabones de la cadena detecten sus propios riesgos de impactos potenciales y los reporten.

La citada ley alemana no obliga a las empresas a garantizar la inviolabilidad de derechos ambientales o sociales, sino a demostrar que se ha trabajado para evitarlos, de ahí el concepto de Diligencia Debida. En contraparte, una diligencia indebida traerá como consecuencia multas que pueden llegar a ser de hasta 2 por ciento de la facturación anual.

La nueva complejidad que va a vivir la Pyme mexicana que ya trabaja día a día para responder al compromiso con su cliente, será el nuevo reto. ¿Cómo va a afrontar la nueva regulación y seguir siendo competitiva? Y no menos importante, dado que el camino es ese, dentro de muy poco las exportaciones tendrán que seguir además de los convencionales, nuevos requerimientos en materia de derechos humanos y medio ambiente.

Una respuesta simple y no por ello menos efectiva es: tras la detección de la necesidad en el mercado y el contraste contra las capacidades de la empresa, esta, se deberá preparar de la mejor manera. La capacitación del personal en la materia e instaurar sistemas de gestión ambiental y social serán la clave de la competitividad a un futuro no muy lejano.

Además, los eslabones de la cadena, sean de aprovisionamiento, producción, almacenaje, transporte, y otros deberán ser lo suficientemente resilientes para adaptarse rápidamente al nuevo escenario y tener el desempeño esperado. Este nuevo escenario ni es el soñado por el ecologista fanático, o sociólogo revolucionario, sino simplemente, es uno que reconoce que el contexto actual es resultado de una mala gestión y que una forma de resolver la problemática mundial es a través de un actuar ético y responsable de la empresa.

Para esto nada mejor que prepararse y tomar ejemplo de los países que no esperaron a que el mandato llegara desde instancias superiores y se anticiparon. Las empresas que sea resilientes, las que sean el eslabón fuerte de la cadena serán las primeras que atenderán a las nuevas cadenas de suministro ahora “diligentes”. Serán las que bajo el principio de la dependencia de la ruta se desempeñen de mejor forma, y por ser las primeras ganen experiencia y puedan fácilmente conservar su lugar.

La Dra. Joaquina Niembro es profesora-investigadora en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Panamericana.

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