Colaborador Invitado

2023: Los retos que las empresas enfrentarán en materia fiscal y económica

Las empresas tendrán un entorno desafiante durante el 2023. Es importante estar preparados para responder a cualquier cuestionamiento por parte de la autoridad.

Marta Milewska, socia líder de Impuestos y Servicios Legales en PwC México

Durante el presente año se prevé un escenario económico complicado con una alta inflación y el debilitamiento de la economía global y la mexicana.

El 2023 será un año en el que las empresas deberán revisar sus modelos de negocio, debido a que continuarán enfrentándose a ciertos desafíos como disrupciones en las cadenas de valor, aumento de costos en el financiamiento, alta inflación —aunque se prevé una disminución para este año—, fortalecimiento fiscal y un debilitamiento económico de nuestro principal socio comercial: Estados Unidos.

El panorama económico mexicano tiene sus oportunidades. De acuerdo con el Banco Mundial, el crecimiento del PIB pasará de 2.9 por ciento en el año 2022, a 1.7 por ciento en este año, pero también se espera un repunte en el año 2024 (2.7 por ciento). Algunos de los factores que el organismo vaticina que impactarán de manera importante en la economía: un incremento en el consumo —aunque con una elevada inflación—, mejoras en el mercado laboral y alta integración en las cadenas de valor.

Un tema clave para México y sus empresarios son las exportaciones. En este sentido, 2022 arrojó buenos números. De acuerdo con datos del INEGI, de enero a diciembre, las exportaciones totales significaron un monto de 578 mil 193 millones de dólares, lo que representó una variación anual de 16.9 por ciento. Cabe recalcar que 82.65 por ciento de las exportaciones no petroleras tiene como destino Estados Unidos. Nuestra dependencia de la economía y política de aquel país es muy alta.

En este contexto, debemos tomar en cuenta que nuestro vecino del norte continuará experimentando una brusca desaceleración. De acuerdo con el Banco Mundial, su PIB podría crecer sólo 0.9 por ciento durante este año.

Ahora, si bien, no hubo cambios en las tasas impositivas ni nuevos impuestos para 2023 —lo que ofrece certeza jurídica a los inversionistas—, sí observaremos un incremento en el número de auditorías que la autoridad podría llevar a cabo. Esto demandará, por parte de las empresas, mayor preparación, mayores recursos y una mayor apuesta por los temas tecnológicos. Es importante estar preparados para responder a cualquier cuestionamiento por parte de la autoridad.

En este sentido, en el mes de mayo se deberá presentar el Dictamen Fiscal 2022. Habrá que recordar que ya es una obligación dictaminar los estados financieros con un Contador Público inscrito ante el SAT. Esto significa para las empresas movilizar a sus equipos para cumplir con la fecha límite de presentación, que es el 15 de mayo —antes era en julio—. Para llevar a cabo este tipo de procesos, la implementación de herramientas tecnológicas también puede ser de gran ayuda.

Durante el presente año, otro aspecto que las empresas, con operaciones en otros países, deberán tener en cuenta es la aprobación del Instrumento Multilateral. Este modifica 55 tratados para evitar la doble tributación. Aunque este instrumento entró en vigor en febrero de este año y será aplicable a partir del 1 de enero de 2024, tiene diversas complejidades, que se deberán anticipar, de acuerdo con la nación con la que se mantengan operaciones.

En cuanto al tema de los precios de transferencia, cada vez observamos un mayor número de transacciones internacionales —estas se llevan a cabo entre partes relacionadas—. Así, es de suma relevancia revisar las políticas de precios de transferencia que tienen las empresas, debido a que quizá los modelos que se utilizaron antes de la pandemia ya no responden a la realidad del negocio.

Durante el presente año —aún no se tiene conocimiento sobre la fecha exacta— las empresas multinacionales estarán sujetas a un impuesto mínimo del 15 por ciento. En diciembre del 2021, la OCDE publicó las normas detalladas para asistir en la implementación de esta reforma histórica, que tiene como objetivo contribuir a una mejor distribución de la riqueza a nivel mundial. Esto deriva también de la digitalización y la globalización de la economía. En este sentido, aún no se publican las reglas específicas del Segundo Pilar —la solución, de acuerdo con la OCDE, está basada en dos pilares—. No obstante, esto podría suceder en cualquier momento.

Otros temas que las empresas deberán tener en su agenda: la iniciativa de la Ley de Economía Circular y la propuesta sobre una nueva Ley General de Aguas. Ambas, con un impacto muy relevante en prácticamente todos los sectores industriales, pero de manera muy especial en los sectores de la manufactura.

Las empresas tendrán un entorno desafiante durante el 2023. Deberán mantenerse alerta no sólo sobre estos temas que he mencionado, sino también deberán enfrentarse a retos propios, como retener al talento, proteger sus márgenes de utilidad y convivir con los crecientes precios de insumos. Este será un año de preparación, en el que deberemos buscar nuevas estrategias que nos ayuden a depender menos de la economía estadounidense. Deberíamos buscar nuevas formas de mantener y estimular el crecimiento de México.

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