Construyendo verde en lo material y lo inmaterial, pues es verde la infraestructura y también lo es la vocación tener un mejor entorno.
Por Dra. Joaquina Niembro. Profesora-Investigadora, Facultad de Ingeniería de la Universidad Panamericana.
Hace 5 años, el IPCC indicó en su Informe Especial sobre el Calentamiento Global de 1.5 °C, que limitar el calentamiento global a esa temperatura mejor que a 2 °C garantizaría una sociedad más sostenible y equitativa. Para ello, deberían realizarse cambios rápidos, de gran alcance y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad. Evidentemente, están incluidos entre otros, los sectores energía, industria, construcción y transporte. Ahora bien, 5 años después: ¿qué se ha logrado? y ¿quiénes están trabajando en ello?
En una entrega anterior comenté sobre el Valor de marca frente al cambio climático, la gran responsabilidad de nuestro país, los compromisos asumidos en la COP27 y el papel predominante de las empresas en la transición hacia una economía verde. Hoy, la IP tiene la carga impuesta por un mercado verde demandante y la carga autoimpuesta por sus propios principios éticos y de responsabilidad social. 5 años, en 2023 después tenemos muy claro hacia dónde queremos llegar, pero no cómo hacerlo.
Uno de los sectores que más está trabajando al respecto es el sector de la construcción verde. Para el Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos (USGBC) un edificio verde reduce las emisiones de carbono, los desechos y el uso de energía, conserva el agua y prioriza materiales más seguros a través del diseño, la construcción y las operaciones sostenibles. Para CEMEX, la construcción verde se involucra tanto en la creación, como en el uso de un entorno construido amigables y no invasivos del entorno natural.
Desde una perspectiva económica contextualicemos la importancia del sector de la construcción y el subsector verde. INEGI indica que el valor de la producción generado por las empresas constructoras en 2021 fue de $465 miles de millones de pesos. La consultora en inteligencia GlobalData, en 2021, reportó que la industria de la construcción en México se valuó en $154 billones de dólares y el subsector de la construcción verde en casi $19 billones de dólares. Pese a uno de los 6 sectores económicos más rezagados post-pandemia, la construcción ya presenta una tendencia clara de recuperación.
Recientemente, líderes del sector de la construcción verde en LATAM se reunieron en el marco de Construyendo El Futuro, Foro Ejecutivo de Acciones Climáticas organizado por Sustentabilidad para México con apoyo de entre otros el Servicio Comercial de E.E.U.U. La conversación evangelizadora sobre la importancia del problema o sobre la responsabilidad del sector estuvo presente, sin embargo, la madurez de las empresas, permite que prime la discusión sobre las mejores soluciones para cumplir entre otros, con los compromisos país respecto al Cambio Climático.
Agradezco el haber podido conversar en corto con actores muy relevantes y diversos. Los pude cuestionar respecto a las inquietudes que antes he plateado en esta la nota. A continuación, algunas de las ideas que me compartieron.
Para Ruth Corona, Directora de Servicios de Energía y Sustentabilidad de JLL México, la evolución del sector en clara, “cada vez vemos qué más organizaciones tienen más compromiso hacia estas metas, pero pocas tienen planes de acción […] la oportunidad qué tenemos es trabajar en conjunto y compartir conocimiento para llevar estos planes a acciones”.
Juan Pablo Serrano de Serrano Monjaraz Arquitectos, me compartió sobre el papel del arquitecto en el diseño y su responsabilidad en la especificación de los proyectos y la construcción. Cómo la tecnología, ahora predice consumos energéticos y huellas para desarrollar una mejor edificación. Y recomienda no obviar la importancia del “sentido común para tratar de ensuciar menos, de usar menos materiales, usar materiales locales”. Trabaja para cambiar la cultura de cómo se diseña y cómo se construye en nuestro país.
Mariuz Calvet, Directora de Finanzas Sustentables de HSBC, considera que la construcción es muy noble en el tema de métricas, no sólo ambientales sino también sociales. Gracias al apoyo de las certificaciones que “empaquetan las actividades” el sector financiero puede determinar mejor en qué proyectos invertir. Sin embargo, reconoce que solventar la “falta de datos, trazables, confiables, datos de calidad qué sean consistentes en el tiempo, tener línea base de desempeño […] es algo prioritario para hacer un enlace más grande del sector construcción con el financiamiento y crecer de una manera sostenible”.
Peter Templeton, Presidente y CEO del USGBC se siente “muy orgulloso, en términos de pertenecer a una comunidad de expertos que están ayudando definir cuál es la mejor práctica para la industria”. Considera que el gremio ha “preparado el mercado mediante la identificación de tecnologías, políticas y prácticas” que pueden responder a las “llamadas urgentes que tenemos en torno a la acción climática”.
Para Peter, sigue el escalar todo el trabajo y “ser capaces de demostrar que podemos transformar todo el entorno construido para ser más sostenible, más resiliente para descarbonizarse y más equitativo y saludable para todos”. Pensar en un futuro donde se tome lo aprendido a lo largo de las décadas y se pongamos en práctica para toda la industria.
El ejemplo del subsector de la construcción verde en México es digno de analizar para tomar de él, las mejores prácticas sean de gestión, materiales, logística, etc. Considero que cumple a cabalidad un papel que, autoimpuesto de origen, hoy responde bien preparado a regulaciones y mercados con nobleza y aplomo de cara al cambio climático y mucho otros temas ESG. Construyamos verde en lo material y lo inmaterial, puede ser verde la infraestructura y también la vocación de cualquiera por tener un mejor entorno.
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