Colaborador Invitado

Cuidado del agua, pilar para la producción alimentaria

Es crucial que mantengamos resguardados los recursos disponibles hoy, teniendo especial cuidado en cada uno de nuestros ecosistemas: acuáticos, terrestres y aéreos.

Las innovaciones en la industria agrícola tienen hoy como principal objetivo conseguir un futuro hídrico eficiente, ello para poder garantizar la sostenibilidad de un recurso que es 100 por ciento vital para la sociedad.

Y es que, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para 2030 la meta es que todos los sectores industriales aumenten el uso eficiente del agua para reducir la tasa de estrés hídrico, es decir, la extracción de agua dulce en proporción a los bienes disponibles.

Ante este panorama, la solución para el sector pasa por la tecnificación, rehabilitación y equipamiento de los sistemas de riego, prácticas de agricultura regenerativa que nos ayudarán a evitar que 57 por ciento del agua que se usa para el cultivo se desperdicie por deficiencias existentes dentro de la infraestructura.

En este sentido, el fertirriego es una de las oportunidades más rentables, ya que tiene una eficiencia de hasta 95 por ciento en campos de cultivo, destacando su eficacia en las regiones donde la disponibilidad de agua es limitada.

Esto es muy importante si consideramos que, según datos de 2021, hasta un 10 por ciento de la población mundial vive en países con un alto o crítico nivel de estrés hídrico.

Hacer frente a esta crisis implica entender la dependencia que hay entre el uso del agua para consumo humano, las demandas de la agricultura y los flujos ambientales, comprendiendo las necesidades y acciones que se deben implementar para evitar que las afectaciones continúen.

En nuestro país el problema del agua es particularmente complejo. El 76 por ciento de ella es utilizada para la agricultura, 14 por ciento en el abastecimiento público, 5.0 por ciento en las termoeléctricas y el restante en el segmento industrial.

Afortunadamente para México, hoy es ya uno de los 10 países a nivel mundial que ya utiliza el fertirriego en algunos de sus cultivos más importantes, como el maíz, papa, aguacate y otras frutas y hortalizas.

Para lograr el cuidado del agua, el fertirriego, como su nombre lo dice, utiliza fertilizantes solubles en agua en un sistema de riego que tiene como objetivo aprovechar su flujo para transportar los elementos nutritivos que necesitan las plantas, protegiendo siempre la salud del suelo.

Este trabajo es esencial sobre todo si consideramos que, según la organización Regeneration International, en 50 años podría ser posible que no quede suficiente tierra cultivable para alimentar al mundo.

Por ello, es crucial que mantengamos resguardados los recursos disponibles hoy, teniendo especial cuidado en la vigilancia de cada uno de nuestros ecosistemas: acuáticos, terrestres y aéreos.

El cuidado del suelo y el agua son pilares para la producción alimentaria y el desarrollo sostenible, es por esta razón que como parte de nuestro compromiso de cultivar un futuro alimentario positivo para la naturaleza promovemos soluciones sustentables, las cuales permiten una reducción de 31 por ciento en el consumo de agua por tonelada de cultivo y, al mismo tiempo, aumentan 10.5 por ciento las utilidades de los productores, los cuales son pieza clave para cultivar dicho futuro.

El campo mexicano, al igual que el del mundo, ha hecho ya conciencia sobre la importancia que tiene este tema, sin embargo, si queremos generar verdaderamente un cambio necesitamos tomar en cuenta algo importante: ¡Debemos actuar ya!

Gilberto Macías es representante de Yara.

COLUMNAS ANTERIORES

El panorama comercial para la UE con el triunfo de Trump
El reto de la cautela en las compras navideñas: una mirada al consumidor

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.