Los Fideicomisos de Infraestructura y Bienes Raíces, mejor conocidos como Fibras, están viendo la luz y es que para ellos se vislumbra un futuro prometedor, tomando en cuenta la infinidad de esquemas de negocio en los que pueden aplicar, pues simplemente en los Estados Unidos no solo son de tipo residencial y comercial, sino también han conquistado terreno en conceptos como prisiones y hasta cementerios.
Destacar que los Fibras son vehículos de inversión, cuyo negocio se basa en invertir, arrendar, administrar y operar inmuebles de gran escala y alta calidad, con presencia en diversos sectores que van desde el industrial, de oficinas, plazas comerciales, hasta hoteles y energía, pasando por telecomunicaciones, entre otros, abriendo las puertas para que muchas personas tengan la posibilidad de invertir con pequeños montos.
Sin duda, la incursión de los Fibras en el mercado de valores en nuestro país -hace ya 12 años- revolucionó la forma de hacer negocios, pues con el paso del tiempo los jugadores se han venido sumado, como ya lo demuestran los 16 Fibras que actualmente cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores y que en conjunto han obtenido más de 192 mil millones de pesos, en lo que se refiere a emisiones de capital, incluyendo iniciales y subsecuentes.
A decir del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), la creación de los Fibras brindó la oportunidad de que el sector inmobiliario accediera por primera vez a los beneficios que ofrece la estructura financiera del mercado de valores en México, ya que tales instrumentos han contribuido a la generación de una mejor formación de precios para los activos, creando liquidez para los distintos participantes del sector y la capacidad de dirigir los recursos de inversionistas al desarrollo inmobiliario mexicano.
Análisis financieros de BX+ indican que del total de la disponibilidad de bienes raíces, se estima que el de los Fibras en su conjunto, todavía representa una parte muy limitada de la oferta total de inmuebles, de ahí que estas figuras tienen suficiente espacio para crecer a lo largo del país.
De esta forma, el crecimiento de este vehículo de inversión ha registrado importantes avances, aunque todavía tiene muchos retos y oportunidades por delante, pues se encuentra en una etapa temprana.
No obstante, al día de hoy, está generando un importante número de fuentes de empleo, la atracción de inversiones a nivel internacional, además del pago de atractivos dividendos, sin dejar de lado los efectos multiplicadores sobre el impacto que tiene la industria de la construcción, que beneficia a toda la economía del país y crea la infraestructura necesaria para el desarrollo y crecimiento de la misma, tal y como lo refiere la Asociación Mexicana de FIBRAs Inmobiliarias (AMEFIBRA), enfatizando que 2023 será un importante año para el desarrollo de los mismos y de la natural profesionalización, al aplicar mejores prácticas en el mercado.
Destacar que las tendencias de los Fibra van por el camino de la especialización, es decir, actualmente existen de todo tipo. Sin embargo, en el corto tiempo habrá específicamente para naves industriales, para proyectos de manufactura, de hospitales, de turismo, etc., por lo que se contempla un prometedor avance en esta industria.
A pesar de la inflación que se vive a nivel mundial y sin que nuestro país sea la excepción, los analistas coinciden en las buenas perspectivas que tienen los Fibras para este año, donde los más recientes resultados del 2022, han arrojado cifras interesantes, además de inversiones y adquisiciones que hacen ver a estos esquemas de inversión, como apetitosos negocios y con un bien cimentado camino por recorrer. Es importante resaltar que los Fibras son resistentes al entorno inflacionario, ya que el precio de las rentas suele ajustarse conforme ésta se mueve.