Colaborador Invitado

El Plan P

Aunque se inventen cientos de planes y se agoten las instancias, no pueden quitarnos nuestra libertad de elegir, opina Juan José Sierra Álvarez, Vicepresidente Nacional de Centros Empresariales de Coparmex.

Hace algunos meses se presentó en Veracruz un show circense protagonizado por Paquin Jr. y por Angelo. Acudí a verlo con el espíritu que de niño me acompañó cuando mis papás me llevaban al circo -y qué bueno que lo hice-. Vie de Cirque me asombró, con un espectáculo vibrante, novedoso, que con un halo de añoranza, me dejó un mensaje inspirador.

Cuando el final se acerca, las luces se atenúan y Angelo aparece en escena. Con notable virtuosismo, comienza a tocar un instrumento musical. De pronto, es interrumpido con indicaciones de guardar silencio y retirarse. Visiblemente afectado, entrega su instrumento, pero aparecen muchos más. Así, la escena de júbilo y censura se repite hasta que no queda ningún instrumento que tocar.

El protagonista baja los hombros y camina para retirarse, pero antes de atravesar el telón, se detiene, voltea, mira al público con ojos brillantes y comienza a entonar una canción, ahora sí, de despedida. Angelo recordó que, pese a todo, aún tenía su propia voz.

Hoy en el país se cierne sobre la democracia una sombra de destrucción. Los ciudadanos, que en 30 años la hemos construido con participación decidida, hemos ido tocando puertas para impedir que nuestros logros, sean tirados a la basura.

Primero se planteó una reforma electoral que se impidió y entonces nació el Plan B, que no es otra cosa que modificaciones a las leyes secundarias electorales que, si bien fueron aprobadas en el Legislativo, hoy están en el Poder Judicial esperando un análisis más profundo que determine si existen o no, elementos de inconstitucionalidad.

Otra coyuntura que se nos presenta en la materia es la renovación del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE). El Comité Técnico de Evaluación (CTE) hace su trabajo, pero se ha pedido que lo haga bajo el principio de máxima difusión, con transparencia, pero sobre todo con imparcialidad.

Las suspicacias no han faltado, hay quienes han denunciado que ahí está, frente a nuestros ojos, en la elección de los nuevos consejeros el “Plan C” para tomar al INE desde dentro y si bien no hubo reforma, ni Plan B, se logre un instituto “a modo” del partido en el poder.

En este circo de la vida real, en el que parecemos espectadores, pero en realidad somos protagonistas de la defensa de la democracia, seamos como ese personaje que recuerda que, aunque parece el final -uno que no desea- él aún tiene su voz.

Recordemos claramente: los ciudadanos tenemos voz y no debemos dejar de usarla y acompañarla con participación decidida y responsable.

En los procesos por venir, escuchemos las propuestas de los candidatos, cuestionemos con puntualidad, que se comprometan con nuestras causas y vayamos a votar, ¡sí, todos! Y vigilemos la elección. Que cada voto contado, cada sufragio registrado, cada voluntad expresada, se respete para que, aunque logren su Plan C, no nos arrebaten nuestra democracia.

Aunque se inventen cientos de planes y se agoten las instancias, no pueden quitarnos nuestra libertad de elegir y exigir. Demostremos que el único plan que vale es el “Plan P”, que es el de la Participación Ciudadana y que con él, vamos a transformar a México con ellos o a pesar de ellos. #OpiniónCoparmex

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