Ahora resulta que nos quitan territorio y además, en un acto de generosidad, Oaxaca nos regala Arriaga y algo más. Una afrenta contra Chiapas y una aberración política. Chiapas se anexó a México con territorio definitivo, con líneas precisas y colindancias determinadas. Sobran documentos que dan certeza a esta afirmación. El Dr. Noé Castañón tuvo la responsabilidad de este delicado asunto en mi gobierno y cuenta con todos los soportes documentales.
Me parece improcedente e inaceptable la dádiva, el obsequio de lo nuestro. Es grotesco y delicado. Ahora en cualquier litigio de límites sólo faltaría que ante dos estados nuestros en disputa y reclamados por un tercero se acordara, para evitar conflicto, que le aceptáramos al reclamante que se quedara con uno y nos regalara el otro que es nuestro. Es verdaderamente vergonzoso.
Durante mi gobierno cuidamos a Chiapas y defendimos sus límites con la ley en la mano y algo más. No comprendo qué pasó después y qué elementos tuvo la Suprema Corte para haber votado esta resolución. Es un asunto demasiado delicado para darle trámite de corte burocrático.
He fijado mi postura en tiempo y forma mediante carta al presidente y al secretario de Gobernación, defendiendo con argumentos a mi estado. Hoy, ocupado en cuidar mi salud, no puedo callar ante el silencio cómplice de los más y de nuevo levanto la voz en defensa de lo nuestro.