Colaborador Invitado

Se aproxima la fase pasiva en la política monetaria de Banxico

A finales de abril, la gobernadora del Banxico comentó en su comparecencia que la Junta de Gobierno estaba evaluando hacer una pausa al ciclo alcista de la tasa de interés de referencia.

Janneth Quiroz Zamora, economista y financiera por profesión y pasatiempo

Este 18 de mayo, la Junta de Gobierno del Banco de México dará a conocer su tercera decisión de política monetaria del año. El consenso de analistas anticipa que no se anunciarán cambios en el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día, con lo que permanecería en 11.25 por ciento.

Esta decisión ocurrirá después de que, en abril, la inflación general bajó a 6.25 por ciento y la subyacente a 7.67 por ciento. Para el primer caso, la inflación alcanzó el menor nivel desde octubre de 2021; y, para el segundo, el indicador fue el más bajo desde julio del año pasado.

De concretarse la proyección, el reciente ciclo alcista habría estado compuesto por 15 incrementos consecutivos de la tasa de interés, en el que pasó de 4.00 a 11.25 por ciento; y por 4 fases. Según Jonathan Heath, subgobernador de Banxico, la primera etapa inició con la normalización de la política monetaria en junio de 2021, con la Junta de Gobierno elevando su tasa de interés en 25 puntos base (pb), con lo que el objetivo pasó de 4.00 a 4.25 por ciento. En aquel momento, la inflación general anual se encontraba en 5.88 por ciento, afectada por los choques de oferta generados por la pandemia de Covid-19, que propiciaron una escasez de insumos y bienes finales. Durante esta fase, se concretaron 4 incrementos de la misma magnitud.

En una segunda etapa, el banco central aceleró el ritmo de los incrementos a 50 pb. Con ello, en diciembre de aquel año, la tasa de interés de referencia se estableció en 5.50 por ciento, después de que la inflación general aumentó a 7.36 por ciento. A lo largo de esta fase, se realizaron 4 incrementos de medio punto porcentual cada uno.

En junio del año pasado, una vez que las presiones en los precios se incrementaron tras la invasión de Rusia a Ucrania y la inflación se elevó al 7.99 por ciento, inició la tercera etapa del ciclo de ajustes. El banco central anunció un alza de 75 pb por primera vez desde mayo de 2009, lo que elevó la tasa a 7.75 por ciento. Repitió esta decisión en 3 ocasiones más, hasta que el objetivo se situó en 10.00 por ciento. Durante esta fase, la inflación alcanzó un pico en 8.70 por ciento en septiembre y, posterior a ello, inició un gradual descenso hasta el 7.80 por ciento, observado en noviembre pasado.

Una vez que se tuvo más evidencia de que la inflación había alcanzado un techo, empezó una cuarta fase, la cual ha estado enfocada en alcanzar el nivel óptimo de la tasa terminal. En diciembre, la Junta de Gobierno empezó a desacelerar el ritmo alcista, concretando un incremento de sólo 50 pb. Así, la tasa objetivo se incrementó a 10.50 por ciento, al tiempo que la inflación general se encontró en 7.82 por ciento. La decisión se repitió en febrero, pero en marzo se volvió a reducir la magnitud del aumento, a 25 pb. Con ello, la tasa alcanzó el 11.25 por ciento, que es el mayor nivel desde mayo de 2001.

En la quinta etapa, el banco central mantendrá un manejo pasivo de su política monetaria. Es previsible que esta inicie tan pronto como esta semana. Los argumentos que apoyan esta expectativa son: i) en el comunicado de prensa del 30 de marzo, la guía prospectiva para la próxima decisión estableció que “la Junta de Gobierno tomará su próxima decisión en función del panorama inflacionario, considerando la postura monetaria ya alcanzada”. Al respecto, por un lado, la inflación ha mantenido su trayectoria a la baja por 3 meses seguidos y; por el otro, la tasa real ex-ante de corto plazo superó el rango estimado como neutral (1.8 a 3.4 por ciento) desde finales de septiembre de 2022 y se mantiene por encima del 6.0 por ciento, por lo que los efectos de la restricción monetaria comenzarán a manifestarse en el segundo semestre del año.

ii) a finales de abril, Victoria Rodríguez, gobernadora del Banxico, comentó en su comparecencia ante la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado, que la Junta de Gobierno estaba evaluando hacer una pausa al ciclo alcista de la tasa de interés de referencia, ante las señales positivas en la inflación y a la postura monetaria alcanzada. En este mismo sentido, Jonathan Heath, subgobernador del banco central, señaló en una entrevista que “aumentó significativamente la probabilidad de que la tasa que alcanzamos en marzo ya sea la tasa terminal que estábamos buscando”.

Hacia adelante, restarían 2 fases para que concluya el ciclo monetario actual. En la sexta etapa se retomará un manejo activo. Debido a que la tasa real ex-ante continuará adentrándose en terreno restrictivo ante la desinflación esperada: “la tasa de referencia deberá comenzar a disminuir a la par de los descensos en las expectativas inflacionarias, a fin de mantener una tasa real ex-ante superior al 6 por ciento, pero sin exceder el 7 por ciento”, según la Minuta de la reunión de política monetaria celebrada el 9 de febrero.

De acuerdo con el miembro de la Junta de Gobierno que realizó el comentario anterior, en la última fase se normalizaría la política monetaria y “se adoptaría una postura neutral, una vez alcanzado el objetivo de inflación”.

El momento en el que iniciarán estas 2 etapas es incierto, pues existen dos escenarios posibles. En el primero, la economía tendría un “aterrizaje suave”, lo que implicaría que la inflación continúe disminuyendo gradualmente y que la tasa de interés se mantenga elevada por un tipo prolongado. En el segundo, la economía enfrentaría una recesión, lo que propiciaría que la inflación disminuya de manera acelerada y que los recortes de la tasa de interés se adelanten. De ahí que en el futuro la atención se centrará en las señales que apunten hacia dónde se inclinará la balanza.

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