Colaborador Invitado

De ‘tapados’, ‘dedazos’, ‘corcholatas’ y encuestas

La sucesión tal como la está planteando el presidente López Obrador guarda cierta semejanza con el “tapadismo”. Un juego en el que la moneda ya estaba echada.

Óscar Mario Beteta

Para Ricardo Rocha, amigo entrañable y colega ejemplar

Para el próximo 6 de septiembre sabremos si los acuerdos alcanzados entre el presidente Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal y Adán Augusto López fueron suficientes para mantener la unidad en Morena de cara a las elecciones presidenciales de 2024.

Ese día también sabremos si el “dedazo” quedó sepultado, como lo ha afirmado en repetidas ocasiones el propio presidente y como aseguró el dirigente de Morena, Mario Delgado, el domingo pasado, cuando pidió un minuto de silencio por esa forma de sucesión clásica de los gobiernos del PRI.

No hay duda que la figura de las “corcholatas” y los “tapados” es muy similar, si no es que la misma. De hecho, el mote de “corcholatas” lo tomó prestado el presidente López Obrador de la sucesión presidencial de Luis Echeverría y José López Portillo, cuando el secretario de Recursos Hidráulicos, el tabasqueño Leandro Rovirosa, reveló que seis personas estaban buscando la Presidencia, a lo que el cubano Raúl Castro le dijo que él era el “destapador” y Rovirosa respondió: “y esta es mi ‘corcholata’ favorita”, señalando a López Portillo.

La sucesión tal como la está planteando el presidente López Obrador guarda cierta semejanza con el “tapadismo”: varias personas que competían entre sí en una suerte de juego democrático que en realidad no lo era porque la decisión ya estaba tomada de antemano y los jugadores sólo servían como distractores y pantalla para proteger a la persona elegida por el dedo presidencial. Un juego en el que la moneda ya estaba echada.

Sin embargo, estamos frente a un escenario nuevo para nuestro sistema político, ya que los sondeos, comunes en procesos de otros países, son algo extraordinario en México.

Aunque las encuestas están contempladas en los estatutos de Morena como el método de SELECCIÓN de las precandidaturas, AMLO hace un ejercicio inédito al abrirlas y democratizar hasta cierto punto la ELECCIÓN de quien gane la contienda.

Tras meses de controversias, el Consejo Nacional de Morena admitió observaciones y acordó que la precandidatura se decidirá a través de un ejercicio que se levantará entre el 28 de agosto y el 3 de septiembre. Los resultados serán contrastados con otras cuatro encuestas espejo —que utilizarán la misma metodología y la misma muestra— realizadas por reconocidas firmas que elijan las “corcholatas”.

Con esta jugada, López Obrador estaría neutralizando eventuales acusaciones de un ‘dedazo’ y adoptando una posición mucho más flexible al darle entrada a sondeos que permitan contrastar los resultados, un proceso mucho más abierto y transparente que los que ha realizado Morena hasta ahora.

No cabe duda que este ejercicio será un pulso para que el presidente mida la popularidad y la fuerza de quienes aspiran al premio mayor de Morena rumbo a las elecciones de 2024.

En el debate público persiste la incógnita sobre qué pasará si las encuestas espejo de las “corcholatas” arrojan resultados diferentes. Pero sobre todo, la pregunta subyacente es si la elección final del candidato recaerá en la voluntad del presidente y la apertura a las encuestas de las “corcholatas” es sólo una estrategia para retrasar una fractura y las tentaciones de planes alternativos.

Al final, gracias a su astucia política desplegada en “La Última Cena”, el resultado será el que el presidente considere la mejor opción para dar continuidad a su proyecto de nación porque las rebanadas de pastel ya las sirvió de postre.

SOTTO VOCE

Ya con los tiempos de la sucesión encima comienzan a surgir nuevas preguntas como ¿dónde vivirá la próxima persona que ocupe la silla presidencial? Nos cuentan que la exresidencia Oficial de Los Pinos, transformada por esta administración en centro cultural, está inhabitable. Pero no nada más es eso. También están la seguridad del Ejecutivo, la logística de sus giras, su transporte sin avión presidencial, etcétera, etcétera, etcétera… Alejandro Moreno, del PRI, nos adelantó en Radio Fórmula que el próximo 26 de junio la alianza Va por México hará un anuncio que cimbrará a la ciudadanía y a la clase política. Sin embargo, no se ve por dónde ni cómo pueda ocurrir esto, porque si es más de lo mismo más les convendría evitar pasar de la expectación a la decepción… Dicen los que saben, que el panorama de la Región más transparente se le está despejando cada vez más a Ricardo Monreal. Con Martí Batres como jefe de Gobierno interino, Rosa Icela Rodríguez comprometida a permanecer en el gabinete de AMLO y Omar García Harfuch con la promesa de integrarse al gabinete de Claudia Sheinbaum si primero gana la precandidatura de Morena y después la elección presidencial, parece que los astros se acomodan para que eventualmente Mario Delgado y otra vez Ricardo Monreal busque la Jefatura de Gobierno —como reiteradamente lo ha “negado”—. Sólo restaría ver si no se hacen nubarrones allá por los rumbos de Iztapalapa…

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