Daniel Aguilar, VP de Desarrollo de Negocios LATAM de Veritran
El gaming es un nicho que no deja de crecer, generar dinero y captar adeptos. De acuerdo con un informe de DFC Intelligence, aproximadamente el 40 por ciento de la población mundial juega a los videojuegos, lo que representa 3 mil 100 millones de personas aproximadamente. Y si bien los gamers utilizan múltiples plataformas como consola, PC y dispositivos móviles, estos últimos resultan los preferidos.
Si bien el mundo de los videojuegos se transformó en un movimiento masivo, el motor de esa industria son justamente los players de entre 16 y 25 años, quienes pasan horas frente a las pantallas y realizan múltiples consumos. Según datos de Etermax, México lidera el mercado latinoamericano, con 63 millones de jugadores e ingresos que, en 2021, alcanzaron los mil 900 millones de dólares.
El problema es que, aunque el gaming se ha masificado, profesionalizado y los jóvenes invierten cada vez más dinero —y de manera virtual— en él, muchos de éstos no están bancarizados ni tienen un medio propio para hacerlo. Como consecuencia, deben recurrir a medios alternativos como criptomonedas, tarjetas recargables, adicionales de los padres o bien solicitarlas a amigos o familiares.
Es allí donde los bancos tienen una oportunidad única de acompañar ese fenómeno con aplicaciones que permitan, no sólo a los gamers sino a los jóvenes en general, ingresar al mundo financiero y apropiarse del manejo de su microeconomía.
Este es un acto de empoderamiento. La inclusión financiera es de vital importancia para los ciudadanos porque, a través del acceso y democratización del uso de los servicios financieros, se abre la puerta a una verdadera inclusión social.
Por su expertise, los bancos podrían ser los actores ideales para asistir a los jóvenes en sus primeros pasos en el mundo financiero. Pero para eso deben priorizar las soluciones y funcionalidades que estos consumidores, familiarizados con las herramientas tecnológicas, valoran.
Las billeteras digitales se presentan entonces como herramientas ideales para ser ofrecidas al segmento de consumidores jóvenes: son apps de uso ágil, amigable, accesible y seguro, que les permiten realizar un gran número de operaciones desde su celular. A su vez, posibilitan que aprendan a manejar su capital desde pequeños.
Los usuarios no sólo evitan así recurrir al efectivo, sino que obtienen múltiples beneficios: acceso rápido a productos financieros e información; comodidad y rapidez en las operaciones; disponibilidad 24x7 porque se opera en cualquier momento y lugar; y alto grado de seguridad para canales digitales.
En Latinoamérica, hay algunos ejemplos que México puede llegar a imitar, por ejemplo, el caso de Argentina. Hace muy poco, estuvimos involucrados en el desarrollo de una wallet pensada específicamente para las necesidades del público joven y con foco en el universo gamer. Su objetivo es combatir justamente las dificultades de adopción que tienen los jóvenes en el mundo financiero, ofreciendo soluciones simples, pero al alcance de todos.
Otro caso es Cuenta DNI 13/17, la billetera de uno de los bancos públicos más grandes de Argentina, que habilitó sus servicios para menores de 18 años y permitió así que los jóvenes entren en contacto con el mundo de las finanzas para administrar sus gastos desde pequeños. De acuerdo con datos de la institución, más de 190 mil adolescentes de la Provincia de Buenos Aires ya utilizan la billetera en sus celulares.
Todas estas wallets y otras que han surgido en el continente, cada una con las particularidades de sus servicios, coinciden en un punto: aportar nuevos caminos para que los gamers y el resto de los jóvenes ingresen al sistema financiero y le den play al manejo de su microeconomía.