Colaborador Invitado

Agricultura regenerativa e impulso femenino, claves para sustentabilidad

La agricultura logra dar un salto hacia la modernidad, concentrándose en la rehabilitación de la tierra y evitando la expansión hacía nuevas áreas.

Claudia Borjas, coordinadora agronómica de la Zona Norte de Yara

Cada año, el Día Mundial del Medio Ambiente nos permite recordar la importancia que tiene el cuidado de nuestro planeta. Sin embargo, las acciones para cuidar a la Madre Tierra deben estar presente los 365 días del año.

Destacando el hecho de que la visión verde debe ser colectiva, y todas las industrias deben unirse en la planificación y trazado de rutas que les permitan mitigar el impacto ambiental de sus respectivas operaciones.

Reconocer los campos de oportunidad en cada contexto y entorno es vital para que las acciones sean eficaces. En el ámbito de la agricultura, por ejemplo, una de las actividades más contaminantes, pero esenciales para nuestra vida diaria, este es un tema central.

Y es que de acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), su peso dentro de nuestro entorno es complejo por factores como el uso de pesticidas que pueden afectar los ecosistemas locales, hasta el empleo excesivo de agua.

Es por esta razón que hoy existen distintas alternativas que permiten, con el apoyo de la tecnología y otras muchas herramientas, cambiar el panorama existente y conseguir salvaguardar a la naturaleza.

UNA NUEVA OPORTUNIDAD

Una de estas opciones es la agricultura regenerativa, una práctica cuya prioridad es vigilar el uso y la regeneración del suelo, contemplando su constante tratamiento para mantenerlo fértil y en condiciones de uso, durante el mayor tiempo posible.

Es de esta manera como la agricultura logra dar un salto hacia la modernidad, concentrándose en la rehabilitación de la tierra y evitando la expansión hacía nuevas áreas, lo cual ayuda al balance del carbono terrestre, así como una mejor eficacia en la producción de forrajes y cultivos. Además, con estas prácticas se obtienen beneficios para contrarrestar el cambio climático, al reconstruir la materia orgánica del suelo y restaurar la biodiversidad, lo que se traduce en una mejora del ciclo del agua.

Las mujeres son clave dentro de este proceso, ya que son fundamentales en la producción de alimentos, además de la conservación y el cuidado ambiental: ellas representan el 43 por ciento de la mano de obra agrícola. Sin embargo, en México, cerca de la mitad de las mujeres agrarias enfrentan pobreza y desigualdad. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que en el país hay 64.5 millones de mujeres, de las cuales, 21 por ciento habita en localidades rurales, mientras que 13.6 por ciento de este último grupo no recibe ningún pago por su actividad agraria.

Por eso es importante fortalecer su trabajo, capacitándolas y acompañándolas para que, a través de diversos programas, puedan incrementar sus conocimientos y con ello, sus oportunidades económicas.  Ante este panorama, desde la compañía se desarrolló la iniciativa Mujeres en la Agronomía, enfocada en la generación de habilidades y capacidades, así como el otorgamiento de apoyos para su crecimiento profesional.

RETRIBUIR A LA TIERRA

El objetivo final es que, a través de la unión de las mujeres y la agricultura regenerativa, consigamos devolverle a la tierra más de lo que se toma para crecer alimentos.

Con ello conseguiremos mejorar la productividad agrícola, produciendo suficientes insumos nutritivos para todos, al mismo tiempo que se restaura la naturaleza y se reduce el impacto ambiental.

Las herramientas de agricultura de precisión, soluciones de nutrición de cultivos y un profundo conocimiento de las mejores prácticas de gestión de nutrientes, pueden ser la diferencia que nos lleve a cambiar el momento que vivimos hoy. Aprovechemos sus avances para contribuir y cultivar un futuro alimentario positivo para la naturaleza.

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