Colaborador Invitado

El superpeso en la Bolsa Mexicana de Valores

Diversas empresas de la BMV esperaban que el impacto de la fortaleza del peso se limitaría al primer trimestre; todo parece indicar que será un factor en las estrategias financieras de 2023.

Roberto Solano Pérez, gerente de Análisis Bursátil de Monex Casa de Bolsa

En lo que va del 2023, el peso mexicano ha sido la moneda emergente con mayor apreciación respecto al dólar. De hecho, hay dos aspectos que nos gustaría destacar de esta fortaleza, el primero es que este nivel actual del peso no se observaba desde hace ocho años, y el segundo es que la apreciación de este primer semestre ha sido la más contundente en la última década.

Tomando en cuenta los mayores momentos de depreciación y apreciación de los últimos tres años, podríamos decir que desde el nivel máximo observado en 2020 hasta los niveles actuales, el peso ha presentado una apreciación cercana al 32 por ciento. En este contexto, es bueno enfatizar que en el comportamiento del peso influyen importantes factores estructurales globales y locales. Desde nuestra perspectiva, algunos de los principales factores que han contribuido a dicha fortaleza son los siguientes: el atractivo diferencial de tasas entre México y EU; un mayor crecimiento económico respecto al estimado; finanzas públicas estables; menores niveles de “riesgo país”; la resiliencia de la economía americana que ha favorecido a las exportaciones y remesas; una visión de mayor probabilidad de apreciación (mercado de “futuros”); y las posibles sinergias del nearshoring.

Pese al escenario restrictivo de la Reserva Federal, ahora después del simposio de Jackson Hole, el peso ha mostrado una importante resiliencia. De hecho, la fortaleza ha sido sobresaliente en los periodos más importantes de volatilidad que hemos observado este año (asociados a Silicon Valley, riesgos geopolíticos, y las noticias relacionadas a China). Hemos observado que los periodos de volatilidad han implicado importantes sesiones de depreciación, la más pronunciada la relacionada a la banca en EU. Sin embargo, las posteriores noticias “negativas” que podrían haber impactado de manera importante al peso presentaron un menor periodo de depreciación, seguida de una rápida y marcada tendencia de apreciación. Dicho de otra forma, cada vez los factores de riesgo generan una menor depreciación del peso y con una rápida reacción de apreciación.

Diversas empresas públicas de la BMV esperaban que el impacto de la fortaleza del peso estuviera limitado al primer trimestre, sin embargo, con el primer semestre ya conocido y el avance del segundo semestre, todo parece indicar que será un factor para considerar en las estrategias financieras para el resto del 2023. En términos generales, existe el siguiente entorno de impacto positivo/negativo en las empresas: 1) Como “resilientes” o menor impacto destacan las importadoras, las empresas que han mejorado sus coberturas en diversos commodities (cotizan en dólares), las que presentan deuda en dólares, pero principalmente las que presentan poca exposición a divisas emergentes (como LATAM); y 2) Las que enfrentan ciertos “retos” son las que realizan una conversión de sus ingresos en otras monedas a pesos, las que exportan y algunas que realizaron coberturas respecto al dólar en niveles superiores respecto a los actuales.

En cuanto a las empresas públicas, nos gustaría destacar que no existe una emisora con un efecto positivo/negativo por completo, es decir, las empresas que cotizan en Bolsa gozan de una importante diversificación internacional, además de contar estrategias específicas para afrontar dicho efecto. De hecho, podríamos señalar que ajeno al efecto cambiario, la mayoría de las empresas de la BMV han logrado superar los niveles de ingresos respecto a los años previos a la pandemia, e incluso adecuarse al actual proceso inflacionario, con un impacto a nivel operativo, pero menor respecto al esperado por esta alza en costos y gastos.

En la fotografía completa, no todo es el efecto de la fortaleza del peso en las empresas. Ya que existen diversos aspectos que podrían ayudar a las emisoras en este año. Una mayor actividad económica respecto a la esperada a inicios de año generaría mejores condiciones para que el consumo mantenga un ritmo favorable. En cuanto a la inflación, la disminución paulatina podría generar un menor impacto en el consumidor, aunque será clave considerar que los descensos siguen manteniendo un elevado nivel de precios. Un posible final al ciclo de alza de tasas podría traducirse en posibles recortes, y por ende, mejores condiciones de financiamiento en el futuro (en lo que resta del año no esperamos cambios en la tasa de referencia, pero si eventuales recortes en 2024).

Todo parece indicar que el cierre del 2023 mantendrá una mayor probabilidad de apreciación del peso. Por lo anterior, nuestra visión considera un estimado para finales de 2023 en 17.80 pesos. Pese a que algunas empresas han modificado algunas de sus estrategias por la fortaleza del peso, observamos pocos cambios en las expectativas de flujo respecto a inicios de año. Observamos una clara recuperación de las actividades económicas locales e internacionales después de años de pandemia, y de mantenerse este aspecto esperaríamos que el escenario de expectativas mejore para el cierre de año e incluso para el 2024. Cabe destacar que en el primer semestre de 2023 la BMV ha presentado un rendimiento en dólares y pesos de doble dígito, abriendo la posibilidad para convertirse en uno de los mejores desempeños anuales en la última década.

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