Colaborador Invitado

Economía y competitividad

Para México, el nearshoring, puede ser una estrategia para impulsar la competitividad, además, con una visión de desarrollo regional, reducir las desigualdades.

Sergio M. Alcocer*

Al hablar de la economía mexicana es usual resaltar la relación comercial que tenemos con Estados Unidos, EU. Sin embargo, la geopolítica y la apertura del país le ofrecen la oportunidad inequívoca de fortalecer nuestra presencia como actor fundamental en las cadenas productivas mundiales. México necesita mirar al futuro e innovar en aquellos campos en los que tiene trayectoria, fortalecer las relaciones con otros países y prepararse para formular una verdadera política industrial, que no solo comercial, adaptada a un mundo donde la creatividad, la ciencia y tecnología y la innovación son el nuevo paradigma. Una política industrial exitosa conlleva la instrumentación de políticas educativa y de infraestructura consistentes.

El T-MEC brinda la oportunidad para que la región sea más competitiva y que México se beneficie por el intercambio, principalmente, de conocimientos. En el T-MEC se incluyen capítulos asociados a las telecomunicaciones y la competitividad, lo que nos da la capacidad de desarrollar sectores nuevos con reglas claras, sobre todo aquellos relacionados con el uso y desarrollo de nuevas tecnologías, las tecnologías emergentes.

Pero también hay que aprovechar las relaciones que México tiene con otros países. Por ejemplo, este año será la Reunión de Líderes del Mecanismo de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés), foro multilateral que México integra junto con otros 20 países que, en conjunto, representan 50 por ciento del comercio y 60 por ciento del PIB mundiales.

Los países de la APEC consideran como motores económicos el comercio y la inversión; la innovación y la digitalización; y un crecimiento fuerte, equilibrado y seguro basado en la sostenibilidad y la inclusión. Además, la APEC se considera líder en innovación en los mercados internacionales, lo que lo hace un espacio valioso para incubar ideas que contribuyan a la economía mexicana.

Por otra parte, el Global CEO Survey 2023 – Capítulo México publicado por PwC – señala que, pese a que un porcentaje considerable de directivos en México consideran que la economía nacional tendrá un declive este año, se tiene una percepción positiva en términos globales sobre el desempeño de las organizaciones mexicanas. Según el mismo estudio, México se posiciona como el décimo país con mayor oportunidad de crecimiento en términos de ingresos para las compañías a nivel mundial por los beneficios potenciales del nearshoring.

Así, el nearshoring, puede ser una estrategia para impulsar la competitividad. Esta tendencia comercial se refiere a cuando una organización traslada parte de su proceso productivo a un país cercano a su frontera para hacer más eficiente su cadena de suministro, generando beneficios mutuos, por un lado, reduciendo costos de operación y, por otro, creando empleos y desarrollo económico. Para México, el nearshoring es, además, la ventana para desarrollar el sur-sureste y, con una visión de desarrollo regional, reducir las desigualdades.

Para sacar el máximo provecho de ello y acelerar el desarrollo del país, es necesario invertir en infraestructura adecuada para ser un socio confiable y competitivo. Pese a que se han realizado diversas obras de infraestructura logística y de transporte en los últimos años, México es uno de los países con mayores costos logísticos, lo que se asocia a deficiencias en la seguridad pública, marco regulatorio e integración de las diferentes infraestructuras.

México debe corregir e impulsar las actuales políticas públicas de innovación y utilizar las ventajas que supone tener a EU como vecino y principal socio comercial. Si sabemos aprovechar nuestras relaciones, nuestro talento nacional y nuestras capacidades, será posible reducir la curva de aprendizaje en ciencia, tecnología e innovación. Una gran red de talento creativo, innovador y comprometido con la sociedad, aunada a una fuerte inversión en los sectores estratégicos, llevarán a México y a la región al futuro que requerimos.

*El autor es investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM y presidente del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI).

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