Armando de la Peña, director general de Axtel
La Inversión Extranjera Directa (IED) en México se incrementó 12 por ciento en 2022, alcanzando un total de 35 mil 292 millones de dólares, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Economía. Este panorama favorece la tendencia global del nearshoring, que busca reducir costos y mejorar la eficiencia, al establecer operaciones cercanas a los clientes y mercados. México, por tanto, se encuentra en una posición privilegiada para aprovechar esta oportunidad.
Para impulsar el nearshoring en México, es necesario abordar diversas áreas. En primer lugar, se requiere un entorno administrativo, legal y fiscal que agilice los procesos. En segundo lugar, se debe asegurar el acceso a una fuerza laboral calificada. Según el reporte de Mercado Laboral de TI Latam de Hireline, en 2022 hubo un aumento del 40 por ciento en las ofertas de trabajo para profesionales tecnológicos, en comparación con el año anterior, lo que indica que hay una gran oportunidad de demanda para estos especialistas.
En tercer lugar, es importante que la manufactura mexicana sea proveedora de estas nuevas empresas, y la tecnología juega un papel clave para obtener información en tiempo real, rastrear y monitorear productos terminados, garantizar calidad y tiempos de entrega, entre otros. Es decir, es necesario que la región desarrolle ecosistemas tecnológicos y de servicios que promuevan la digitalización.
Y es que la digitalización impacta la experiencia del cliente, la productividad, la toma de decisiones, el desarrollo del negocio y la eficiencia operativa. La formación de ecosistemas de manufactura, innovación y tecnología permite que la región gane, generando un mayor crecimiento, oportunidades de trabajo directas e indirectas, prosperidad y crecimiento.
En este sentido, las empresas deben acelerar su digitalización, priorizando los siguientes aspectos:
•Infraestructura de Red con amplia cobertura y capacidad.
•Conectividad robusta y redundante para garantizar su operación.
•Uso de aplicaciones en la nube.
•Digitalización de procesos a través de software de robots (RPA) e Inteligencia Artificial (AI).
•Internet de las Cosas para todos los procesos logísticos.
•Business Intelligence para apoyar la toma de decisiones.
•Planes de Recuperación de Desastres (DRP) para garantizar la continuidad de procesos críticos de negocio.
•Ciberseguridad para mantener las operaciones confiables y con capacidad de respuesta expedita cuando sea requerido.
Este último punto es muy relevante, ya que el crecimiento del nearshoring ha impulsado un aumento en los ataques cibernéticos porque los hackers buscan aprovechar las vulnerabilidades en los procesos de reubicación de las empresas. Algunos estudios indican que los hackers podrían triplicar sus ataques debido al nearshoring, multiplicando exponencialmente los riesgos de ciberseguridad.
La Asociación de Bancos de México y la Cámara Americana informaron que México sufrió el 66 por ciento de los ciberataques registrados en América Latina entre 2021 y 2022, lo que resultó en una pérdida económica anual de entre 3 mil y 5 mil millones de dólares. Esto se debe a que, en muchas ocasiones, las empresas pueden pasar por alto factores básicos y avanzados de ciberseguridad al tener que cumplir con plazos acelerados o desconocer los riesgos asociados con estas reubicaciones. En ese escenario es crucial que las organizaciones reciban asesoramiento especializado en las primeras etapas de la reubicación, para garantizar una digitalización segura.
En definitiva, es primordial que las empresas cuenten con herramientas que les permitan tener visibilidad completa, monitorear el comportamiento de su arquitectura, identificar patrones anómalos y segmentarlos, así como establecer conexiones y accesos seguros con proveedores externos y la cadena de suministro. Acercarse a proveedores especializados es fundamental, y hacer una inversión inteligente en tecnología y ciberseguridad se convierte en prioridad para garantizar el éxito y la sostenibilidad de las empresas en el mercado actual.