Sergio Chagoya, socio de Santamarina + Steta, catedrático de Derecho Constitucional.
Nuestro país está retomando su estabilidad económica, tras el paso de la pandemia de Covid-19, esto gracias a las medidas de contención que ha aplicado el Banco de México y la Secretaría de Hacienda, lo que perfila a un cierre positivo en este 2023 en dicho rubro.
Las políticas aplicadas por parte de las autoridades financieras, son responsables y positivas; gracias a ello, se logró que la inflación ligara 8 meses a la baja a pesar de que algunas pueden ser impopulares. En consecuencia, el objetivo prioritario que establece el artículo 28 constitucional de procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, se está cumpliendo.
La inflación al consumidor en México mantuvo su proceso de desaceleración, al colocarse en el mes de septiembre en un 4.45 por ciento anual, con lo que marcó su menor tasa desde febrero del 2021.
Así las cosas, otro órgano autónomo constitucional, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó el pasado lunes 9 de septiembre, el dato de inflación, el cual arroja un avance de 0.44 por ciento respecto a agosto del presente ejercicio, lo que generó que el dato anual se ubicara en 4.45 por ciento.
La tasa de inflación de septiembre hiló 31 meses por arriba de la meta de estabilidad de precios del Banco de México (BdeM) de entre 3.0 y 4.0 por ciento. El comportamiento general de la inflación en nuestra nación estuvo determinado a su vez por el aumento de los alimentos frescos (agropecuarios); tarifas autorizadas por el gobierno federal; educación (colegiaturas). Las presiones continuaron en categorías muy populares como loncherías, fondas, torterías y taquerías. Sin embargo, lo anterior se vio parcialmente compensado por caídas de la inflación del resto de las mercancías.
Los principales productos genéricos cuyas variaciones de precios destacaron por su incidencia sobre la inflación general fueron: el jitomate, limón, huevo, gas doméstico LP, azúcar, zanahoria, así como colegiaturas y vivienda.
Mientras que los productos alimentarios con precios a la baja fueron: naranja, aguacate, chayote, tomate verde, plátanos, pollo, papa, manzana y chile serrano.
Los estados en los que el Índice Nacional de Precios al Consumidor alcanzó las variaciones por arriba del promedio nacional durante septiembre de 2023 fueron Durango, Nayarit, San Luis Potosí, Colima y Chihuahua.
Mientras que las entidades federativas con variación por debajo del promedio nacional fueron Oaxaca, Estado de México, Veracruz, Hidalgo y Querétaro.
Esta disminución es positiva toda vez que la escalada de precios fue muy alta los meses anteriores, lo que provocó mucha presión en los bolsillos de los mexicanos, por lo que ya nos merecíamos una rebaja en ciertos productos y servicios.
Cabe destacar que la desaceleración de la inflación en México beneficia al poder adquisitivo de los consumidores y proporciona confianza a las empresas e inversionistas, permitiendo un mejor entorno para los nuevos emprendimientos.
Pese a que la tendencia a la baja de la inflación general cumplió 12 meses desde el pico registrado en septiembre del 2022, el objetivo del Banco de México aún falta, ya que su rango está dentro del 2.0 al 4.0 por ciento.
El propio banco central mexicano estima que la inflación seguirá fuera de su objetivo por unos meses más y la meta del 3.0 por ciento se logrará hasta el segundo trimestre de 2025 y no en el cuarto trimestre de 2024, como se anticipó previamente.
No hay que olvidar que, en agosto, el Banco de México decidió mantener la tasa de interés de referencia sin cambios en un máximo histórico de 11.25 por ciento, la tasa más alta desde que está vigente la política monetaria actual.
En tal contexto, no podemos descartar los riesgos en el panorama inflacionario, ante la presencia de nuevos conflictos geopolíticos que se viven entre Israel y grupos terroristas en Palestina, lo que podría ser un nuevo reto para los gobiernos de todo el orbe.
El principal efecto generado por el conflicto entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, así como el recorte en la producción de crudo por parte de Arabia Saudita y Rusia podría afectar el panorama internacional e incidir en esa tendencia a la baja.
Desde nuestra perspectiva, la inflación general cerraría este año en 4.0 por ciento, misma que se mantendrá en los primeros meses del 2024.
Por lo que Banxico estará evaluando permanentemente mantener una postura monetaria restrictiva, sin recortes en la tasa de referencia, sin descartar en lo que hace al Gobierno Federal que requiera de un mayor control en el gasto público, previamente al período electoral.