Colaborador Invitado

Riesgos globales 2024

La polarización social y la recesión económica se presentan como riesgos interconectados e influyentes en el conjunto de riesgos globales.

El autor es Abogado líder de la práctica transaccional de Santamarina y Steta.

Recientemente fue publicada la décimo novena edición del Informe de Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial, reporte que ha sido emitido por casi dos décadas y que constituye la fuente primaria de información de riesgos globales para el foro en comento.

El reporte de este año presenta la visión de 1,490 expertos alrededor del mundo en la academia, el mundo empresarial, los gobiernos, la comunidad internacional y la sociedad civil. Los resultados fueron recolectados del 4 de septiembre al 9 de octubre de 2023 y, esencialmente, el reporte arroja un panorama global en deterioro.

Las poblaciones más vulnerables han sufrido conflictos letales desde Sudán hasta Gaza e Israel, condiciones climáticas adversas, inundaciones, incendios y sequías alrededor del planeta. El descontento social ha sido palpable en distintos países en los que las noticias predominantes reflejan un alto grado de polarización, protestas violentas, disturbios y huelgas laborales. La desconfianza manifiesta en gobiernos locales y procesos electorales en puerta es también una constante.

El reporte contextualiza el análisis a través de cuatro fuerzas estructurales que dan forma a la materialización y la administración de riesgos globales hacia la siguiente década, que constituyen movimientos de largo plazo en el arreglo y la relación entre cuatro elementos sistémicos del panorama mundial:

Trayectorias relativas al calentamiento global y las consecuencias relativas a los sistemas del planeta (cambio climático).

Cambios en el tamaño, crecimiento y estructura de la población alrededor del mundo (bifurcación demográfica).

Desarrollo de caminos para nuevas tecnologías (aceleración tecnológica).

Evolución material en la concentración y las fuentes de poder geopolítico (cambios geoestratégicos).

La polarización social figura entre los tres riesgos principales en el plazo inmediato y en un horizonte de dos años, ocupando la posición de riesgo número 9 en el largo plazo. Adicionalmente, la polarización social y la recesión económica se presentan como riesgos interconectados e influyentes en el conjunto de riesgos globales, actuando como impulsores de numerosos otros riesgos.

Los conflictos armados entre estados ingresan a la parte más alta de riesgos globales en un horizonte de dos años existiendo conflictos potenciales diversos en riesgo de materializarse en el corto plazo.

Las divisiones ideológicas y geoeconómicas actúan como elementos que alteran el futuro previsible en materia de gobernanza. Una división más profunda en el plano internacional entre polos múltiples de poder y entre el Norte y el Sur paralizaría mecanismos de gobernanza internacional y distraería la atención y los recursos de las potencias globales alejándolos de la atención de los riesgos globales más urgentes.

La cooperación estará bajo presión en un mundo fragmentado. Sin embargo, existen oportunidades clave para realizar acciones que pueden adoptarse local o internacionalmente, individual o colaborativamente, que pueden reducir en forma significativa el impacto de riesgos globales.

Otro de los riesgos anotado en el reporte consiste en la falta de confianza en los procesos electorales alrededor del mundo. La presencia de información falsa y desinformación podría desestabilizar seriamente la legitimidad real y percibida de los nuevos gobiernos que resulten vencedores con el riesgo inherente de agitación política, violencia y terrorismo y una erosión a largo plazo en los procesos democráticos.

La desinformación y la polarización social se perciben como algunos de los riesgos más conectados entre sí en la red de riesgos analizados con el potencial de amplificarse mutuamente. Las sociedades polarizadas son más proclives a creer en información (sea verídica o falsa) que confirme sus creencias, acentuando el proceso de polarización.

El mundo está atravesando por múltiples transformaciones estructurales de largo plazo que incluyen el surgimiento de la inteligencia artificial y los retos y riesgos inherentes a su regulación y utilización, el cambio climático, transformaciones en la distribución geopolítica de poder y transiciones demográficas. Estas fuerzas estructurales son globales, generalizadas y fuertemente cargadas de un claro empuje coyuntural. En este sentido, es necesario prepararse para identificar, enfrentar y mitigar nuevos riesgos emergentes.

Las estrategias focalizadas, las inversiones y una regulación adecuada son críticas para reducir el impacto de los riesgos globales, en tanto el sector público y el privado son corresponsables de participar activamente en la persecución de beneficios palpables para la colectividad.

Al priorizar el futuro y enfocarse en la investigación y el desarrollo, los esfuerzos de entidades aisladas pueden convertir al planeta en un lugar más seguro.

En el caso de México los cinco riesgos principales que arroja el reporte son la recesión económica, la fragilidad del Estado, la escasez de energía, la desigualdad, las actividades económicas ilícitas y la erosión en la cuestión social.

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