Colaborador Invitado

Digitalización: un paso más hacia la independencia financiera

Hay cerca de 13 millones de hogares mexicanos con ingresos por ventas por catálogo o Internet, ya sea a través de redes sociales para difusión de su negocio, o bien vía correo electrónico y sitio ‘web’ en función de la atención a clientes.

La autora es VP Customer Solutions Center para Mastercard México.

En México, el emprendimiento representa una de las principales actividades económicas entre la población. De acuerdo con el Censo Económico del INEGI, el 95% de las empresas en el país son microempresas y un tercio de ellas son propiedad de mujeres. De estas, el 78% son negocios informales, de los cuales más de 90% corresponde a venta por catálogo¹, lo que se traduce en un acceso muy limitado a productos bancarios que puedan contribuir a su crecimiento.

Según datos de la UNAM, hay cerca de 13 millones de hogares mexicanos con ingresos por ventas por catálogo o Internet, ya sea a través de redes sociales para difusión de su negocio, o bien vía correo electrónico y sitio web en función de la atención a clientes. Hoy se vive un periodo de coyuntura muy importante en el que existe una creciente preferencia por las compras en línea y los productos locales. Esto, a partir de la pandemia que desencadenó un rápido crecimiento de los pagos digitales: las transacciones aumentaron un 50% entre 2019 y 2021 en América Latina². Siendo así, hay una gran oportunidad para que más mujeres incursionen en negocios digitales bajo la asistencia de instituciones y organizaciones que trabajan por extender estas oportunidades.

Para mejorar la resiliencia de los pequeños negocios, se requiere un enfoque multidimensional que incluya políticas gubernamentales, campañas de educación y concientización en el mercado, y sobre todo acceso a un ecosistema de pagos digitales que sea tan fácil y accesible como lo es el efectivo. Lo anterior, mientras se atienden y solucionan las necesidades de los comercios y consumidores.

Está comprobado que la digitalización abre la puerta a un sinfín de posibilidades, desde vender por mensajería instantánea o redes sociales, hasta tener acceso a créditos, ahorrar en gastos de operación y facilitar los pagos a proveedores. Se ha demostrado que el uso de la tecnología aumenta la viabilidad de que estas empresas sean más resilientes al acceder, revisar y procesar ventas desde cualquier lugar, con un considerable ahorro.

No obstante, este sector enfrenta una serie de retos que pueden englobar la necesidad de mantener un crecimiento estable, el aumento de producción y ganancias, una mayor vulnerabilidad ante las crisis, acceso limitado a créditos, falta de conocimiento e inversión en tecnología para mejorar su operación. Nueve de cada 10 mujeres emprendedoras encuestadas en 2023 por la empresa española de impacto social, Womenalia, dice buscar tener mayor formación y conocimiento sobre herramientas digitales para integrarlas a sus negocios. De hecho, cerca del 90% afirma que son imprescindibles para operar, sin embargo, el tiempo para estudiarlas y poder aplicarlas es escaso.

En el caso particular de México, hay una gran variedad de factores que impiden que las Mipymes, tres de cada 10 lideradas por mujeres, fomenten un ecosistema financiero mucho más digital y, uno de los más relevantes, es justamente la falta de conocimiento y confianza en las nuevas herramientas tecnológicas que hoy tienen a su disposición.

A medida que este sector continúe incorporando nuevas tecnologías en sus operaciones, se volverá más flexible y eficiente en la gestión de transacciones financieras. Para lograrlo, la colaboración entre diversos actores juega un papel importante, ya sea mediante mentoría, capacitación, apoyo financiero y herramientas, elementos que han mostrado un efecto positivo en los negocios.

A través de alianzas estratégicas se puede contribuir a cerrar la brecha de género en términos de crecimiento empresarial, educación y liderazgo. Mientras más se acerquen las mujeres al mundo digital, tendrán una mayor independencia financiera, y con ello, crearán oportunidades económicas para ellas y sus familias.

Si bien cada vez existen más estrategias para hacerlo, aún falta camino por recorrer en términos de mayor participación de mujeres en puestos de liderazgo. La tecnología tiene la capacidad de construir un futuro más inclusivo para todas las personas, solo es cuestión de aprender a usarla a nuestro favor y empoderar a las mujeres a seguir implementando herramientas digitales para fortalecer su autonomía financiera de cara a un mayor emprendimiento femenino.

¹Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. 2023.

² Fondo Monetario Internacional. El auge e impacto de las Fintech en América Latina. 2023.

COLUMNAS ANTERIORES

Prevención y alta especialidad: hacia un equilibrio en el sistema de salud mexicano
Cambios en tasas de interés: presión extra para el peso

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.