Economía empresarial

¿Cuándo bajará la tasa de interés en México?

La Junta de Gobierno está siendo cautelosa en sus decisiones. Parece ser optimista con respecto a la disminución de la inflación, pero reconoce que hay riesgos importantes.

El 8 de febrero, Banco de México mantuvo sin cambio su tasa de interés de referencia en 11.25 por ciento. La semana pasada se publicó la minuta de la reunión de la Junta de Gobierno donde se tomó esa decisión, lo que nos permite entender mejor qué hubo detrás de esa decisión y lo que podemos esperar hacia adelante.

Un primer punto a considerar es el aumento en la inflación general que se dio previo a la reunión de la Junta de Gobierno. En enero, la inflación llegó a 4.9 por ciento después de haber alcanzado un nivel de 4.3 por ciento en octubre de 2023. El tema de fondo es que este incremento se da por el aumento en la parte no subyacente de la inflación, que es la más volátil.

De hecho, el incremento en los precios agropecuarios explica gran parte del aumento en la inflación. Estos precios cambian constantemente por cuestiones climáticas y de otro tipo que influyen en la producción agrícola. Estos precios pueden bajar tan rápido como suben y no reflejan la tendencia de largo plazo de la inflación. De hecho, durante la primera quincena de febrero la inflación no subyacente se redujo considerablemente y la inflación general volvió a bajar para ubicarse en 4.45 por ciento, aunque esta información no la tenía Banco de México cuando se tomó su decisión de política.

La parte más estable de la inflación y la que muestra mejor su tendencia es la subyacente. Ésta continuó bajando y presentó un nivel de 4.6 por ciento en la primera quincena de febrero. Aquí lo que puede preocupar hacia adelante es la resistencia a bajar que han presentado los precios de los servicios que se mantienen con una inflación del 5.3 por ciento.

¿Qué opina la Junta de Gobierno de Banco de México y qué podemos esperar de la tasa de interés de referencia? El 8 de febrero se comunicó que se mantenía sin cambio la tasa de referencia por unanimidad y que en las siguientes reuniones se evaluará la posibilidad de ajustar dicha tasa. La minuta que se publicó la semana pasada nos permite conocer la posición general de cada uno de los miembros de la Junta de Gobierno.

En general, se nota que los integrantes de la Junta de Gobierno están enfatizando la cautela en las decisiones. Parecen ser optimistas con respecto a la disminución de la inflación, pero reconocen que hay riesgos importantes y que una baja prematura de tasas complicaría la convergencia de la inflación a su meta.

La Junta de Gobierno reconoce varios riesgos para la inflación como puede ser una depreciación del peso o un crecimiento económico mayor al esperado. Sin embargo, creo que los más importantes son dos: lo que pueda pasar con la inflación no subyacente y con los precios de los servicios.

La inflación subyacente se ha reducido principalmente por los precios de las mercancías. Para que continúe la reducción en la inflación se deben moderar también los precios de los servicios y no es fácil prever cuándo sucederá esto. Por su parte, la inflación subyacente es una fuente de incertidumbre, aunque disminuyó en la primera quincena de febrero, puede tener aumentos que afecten a las expectativas de inflación general.

Solo un miembro de la Junta de Gobierno parece estar abierto a empezar con reducciones en la tasa de interés pronto. Éste apunta, acertadamente, que la disminución en la inflación ha hecho que la tasa de interés real sea más restrictiva, aunque no haya cambiado nominalmente. Esta restricción monetaria pasiva se menciona también en otras partes de la minuta.

A pesar de lo anterior, parece haber un acuerdo general en que la tasa de interés no debe bajar pronto por los riesgos que pudieran afectar a la inflación. Aunque una menor tasa de referencia pudiera ser congruente con una tasa real restrictiva, un cambio en la tasa manda una señal de cambio en la postura monetaria que puede dificultar el proceso de disminución de la inflación.

La postura de los miembros de la Junta de Gobierno permite ver que la tasa se mantendrá sin cambio en marzo. Sin embargo, es posible que la tasa de interés empiece a reducirse hacia la segunda mitad de este año, aunque dependerá de cómo evolucionen la inflación y el balance de riesgos en los próximos meses. Aunque la tasa de interés real es elevada, Banco de México no debe bajar la tasa de referencia hasta tener la seguridad de que la inflación llegará a su meta en el tiempo previsto.

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