Colaborador Invitado

Crece el proteccionismo

Las estadísticas de la OECD y de la UNCTAD muestran una caída en las exportaciones de mercancías del 3.3%, y del 5.5% en las importaciones el año pasado.

Hace unos días, Víctor Piz me preguntaba por qué considero que crece el proteccionismo. Le respondí que el modelo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) muestra un crecimiento esperado del comercio internacional para el 2023 de 0.5 por ciento, en comparación con el 1.8 por ciento al inicio del año, del 9 por ciento en el 2021 o del 3 por ciento en el 2022. Además, las estadísticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD), del grupo de los 20 (G-20) –a los que pertenece México– y de la Conferencia para el Comercio Internacional de las Naciones Unidas (UNCTAD) muestran una caída en las exportaciones de mercancías del 3.3 por ciento y del 5.5 por ciento en las importaciones el año pasado.

Pero el factor más importante ha sido la falta de una política comercial del gobierno de Joe Biden que enmendara las medidas proteccionistas que implementó Trump. Biden ha tratado de justificar la guerra comercial con China, la permanencia de los aranceles a diversos productos, la falta de apoyo a la OMC y las timoratas negociaciones con la región Asia-Pacífico como elementos de una política en favor de los derechos de los trabajadores, agricultores y productores de su país. Sin embargo, tanto el sector privado estadounidense como varios grupos de legisladores le han reclamado esta orientación, la falta de ambición al no iniciar negociaciones que abran nuevos mercados a sus productos y, apenas el mes pasado, la falta de congruencia ante la OMC.

Y el resultado de las elecciones sólo podría empeorar la situación. Trump ya anunció que de ganar nuevamente la presidencia aplicará un aumento del 10 por ciento a todos los aranceles y 60 por ciento a los productos chinos, además que la revisión del T-MEC ocurrirá en julio del 2026, cuando los republicanos controlarán al menos una de las dos cámaras del Congreso. Y hasta la fecha, ningún miembro del equipo de Biden ha hecho algún comentario que indique que, de ganar en noviembre, su política comercial sería diferente.

Por todo ello, era tan importante que la Conferencia Ministerial de la OMC arrojara resultados concretos, en particular sobre las reformas al mecanismo de solución de controversias. No sólo hay unos 30 casos iniciados en la OMC que están atorados, pero además hay otro tanto que se está buscando resolver por otros medios. Y ante la falta de un tribunal internacional cuyas decisiones sean obligatorias, los países exportadores quedan a merced de la correcta aplicación de las leyes nacionales sobre comercio internacional de las economías más fuertes, varias de las cuales ya muestran sesgos nacionalistas, como Estados Unidos, China, Italia, India y Rusia.

Además, el proteccionismo tiende a concentrar el comercio entre países con ideologías políticas similares, no necesariamente con mercados que representen las mejores oportunidades. Como Canadá –al igual que México– exporta más del 82 por ciento de sus productos a Estados Unidos, ha buscado mantener la legitimidad de la OMC con el apoyo de otros países, a través de la creación del Grupo de Ottawa y de otros medios, para contar con un marco internacional de solución de controversias, pues la posibilidad de que Trump regrese a la presidencia de Estados Unidos permitiría que continuaran los ataques a la industria canadiense y al primer ministro Trudeau.

En este entorno es que preocupa el alejamiento de México de los foros internacionales y de los roces cada vez más frecuentes con nuestro principal socio comercial. La participación de México en la Conferencia Ministerial de Abu Dhabi fue una de las más discretas desde la creación de la OMC en 1995, sin haber propuesto alguna iniciativa, liderar alguno de los comités de trabajo o actuar como facilitador en las negociaciones. Hay que considerar que el acuerdo entre los ministros fue que este año debe haber un nuevo mecanismo de solución de controversias, lo que requerirá de atención a las negociaciones.

Por su parte, está demostrado que en una guerra comercial no hay ganador. Hay medios alternativos más eficientes que la aplicación de aranceles, donde el sector privado es clave. Por ejemplo, está el Comité de Comercio del Acero de América del Norte, creado en 2003 por México, Estados Unidos y Canadá, junto con la industria del acero de la región, para fortalecer el crecimiento de un sector cada día más integrado a nivel regional. Lo que solicitan desde inicios del 2023 el USTR y los legisladores que apoyan al sector acerero de ese país, es una explicación del incremento del 73 por ciento en las exportaciones mexicanas en el 2022. ¿Se puede entregar sin pelearse?

El autor es consultor en políticas públicas y comercio exterior.

COLUMNAS ANTERIORES

México: el potencial de inversión global y los retos que enfrentamos
¡Ahí viene el lobo!

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.