El 22 de marzo se conmemora el Día Internacional del Agua y me gustaría comenzar este texto con algunos números concernientes al vital líquido. Datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indican que, actualmente, cerca de dos mil 200 millones de personas en el mundo carecen de agua potable gestionada.
No es lo único. La ONU declara que los desastres relacionados con el agua han predominado en la lista de desastres naturales durante los últimos 50 años y representan 70 por ciento de todas las muertes relacionadas con estos fenómenos.
No está en estos datos de la ONU, pero un asunto muy relevante es el cambio climático. En México sentimos ya, de una u otra forma, los estragos que trae consigo; un par de ejemplos, aunque no los únicos, son los problemas que hemos tenido en Nuevo León y la Ciudad de México.
Me voy a referir a este caso en específico. Datos del Sistema de Aguas de la capital del país indican que la CDMX recibe agua de tres formas: de hasta 600 pozos de extracción subterránea que hay debajo de la ciudad (66.3 por ciento), de los sistemas Cutzamala (25.5 por ciento), Lerma (6.3 por ciento), administrados por la Comisión Nacional del Agua y el Sistema de Aguas de la CDMX, respectivamente, así como 1.8 por ciento proveniente de la Presa Madín.
Actualmente, los sistemas Cutzamala y Lerma se encuentran a menos de la mitad de su capacidad y la falta de agua ya se percibe en muchas alcaldías de la capital del país. Sin duda, un problema que debemos resolver de la mejor forma posible en el menor tiempo.
Ante esta situación, desde Coparmex Ciudad de México tenemos propuestas para que sin importar quién gobierne o tome decisiones, entre todos trabajemos para crear un sistema que optimice, aproveche, mejore y proteja el agua que consumimos los capitalinos:
- Hacer realidad el Acuerdo #AguaParaElFuturo que implica la instauración y firma de un compromiso político y presupuestal, entre el gobierno federal y de la Ciudad de México, partidos políticos, sectores empresarial, social y académico de la CDMX, para reorientar y garantizar una inversión de al menos 70 mil millones de pesos, para que de manera gradual y progresiva, en los próximos años se puedan reducir las pérdidas de agua en la red de distribución, mediante la rehabilitación y modernización de la infraestructura, la instalación de medidores y la detección y reparación de fugas, pues diversos especialistas estiman que en la Ciudad de México se pierde hasta 40 por ciento del agua potable debido a fugas en las redes de distribución.
Dicho acuerdo, expresaría la voluntad política y el compromiso de honor de que, gobierne quien gobierne, deberá asumirse y ejecutarse como una política de estado prioritaria e insustituible.
Este esfuerzo podría ser coordinado por el Consejo Económico, Social y Ambiental (CESA) de la Ciudad de México, así como la Facultad de Ingeniería de la UNAM y de Ingeniería Hidráulica del IPN.
- Impulsar una Nueva Cultura del Agua: debemos entender a plenitud que el agua está en riesgo y por ello, debemos valorarla, administrarla, usarla y distribuirla mejor. Lo anterior implica asumir la responsabilidad ciudadana por su uso eficiente y actualizar el pago del costo real del abastecimiento del agua en todo el país.
Para ello, es necesario:
● Implementar programas de ahorro del agua con campañas de sensibilización y educación sobre la importancia de su uso eficiente en escuelas, parques, mercados, hospitales, empresas y centros públicos.
● Establecer esquemas progresivos de tarifas justas y equitativas.
● Implementar incentivos económicos, fiscales o en el predial para premiar el uso eficiente del vital líquido.
- Impulsar las tecnologías de captación y tratamiento de aguas residuales. Se debe promover la instalación masiva de sistemas de captación de agua de lluvia en empresas, escuelas, mercados y hogares, una iniciativa que ya efectúa el gobierno de la Ciudad de México con bastante éxito.
- Reformar la Ley de Aguas Nacionales y su reglamento para mejorar el actual marco legal del vital líquido y fortalecer las bases de la gestión hídrica del Estado para garantizar el presupuesto necesario y suficiente para inversión y mantenimiento, además de investigación y desarrollo de nuevas tecnologías.
Resulta esencial que los candidatos a la presidencia de México, a la jefatura de Gobierno de la Ciudad y al Congreso Federal y local, incluyan el tema hídrico como una prioridad urgente en sus propuestas.
Desde COPARMEX CDMX exigiremos respetuosa pero enérgicamente soluciones viables y realistas para afrontar la crisis hídrica que amenaza el futuro de nuestra Ciudad y que considere la participación privada.
Es especialmente urgente resolver esta situación ahora, cuando se presenta la oportunidad histórica del nearshoring, que podría perderse si las industrias y empresas internacionales consideran no instalarse en el país por la escasez de agua.
El autor es presidente Coparmex CDMX/Grupo IPS/ASUME.