La autora es Directora de Fundación Telefónica Movistar México.
La era digital está abriendo nuevas posibilidades para el empoderamiento de la mujer; sin embargo, aún no se dimensiona el verdadero impacto que la tecnología está generando para su vida profesional y su incidencia en la brecha de género.
Este escenario de constante cambio y evolución hace de las habilidades y competencias digitales una condición y un factor determinante para que toda persona desarrolle su potencial y pueda enfrentar las demandas del mercado laboral de la actualidad y del futuro. Ahora bien, la gran pregunta que nos corresponde hacer es: ¿Están desarrollándose estas habilidades y competencias digitales en igualdad de condiciones entre niñas y niños, entre mujeres y hombres?
La historia nos ha demostrado que la innovación y la tecnología constituyen motores para el progreso humano. Sin embargo, el progreso no puede ser pleno si persisten obstáculos a la igualdad de género, y América Latina es un territorio diverso donde la igualdad de género se tropieza con miles de obstáculos.
Y para entrar de lleno a esta realidad queremos traer algunas cifras de nuestro libro: Historias de igualdad. Allí, en el capítulo: “Innovación y tecnología a favor de la igualdad entre mujeres y hombres”, se menciona un estudio del Centro México Digital (CMD) que destaca: “Más de la mitad de las mujeres del nivel socioeconómico bajo aún no son usuarias de Internet, y a partir del grupo de edad de 66 a 75 años, menos de 30% de las mujeres son usuarias de Internet. En general, las mujeres entre los 16 y 25 años cuentan con más habilidades digitales que los hombres. Sin embargo, a partir de los 36 años se revierte esta tendencia y son más los hombres que cuentan con esas habilidades.”
Una realidad que impone un reto nada fácil de superar. La brecha de género se profundiza si nos enfocamos en las carreras STEM. Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) (2022), la presencia de mujeres en carreras relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas es muy baja en el país. De cada siete egresadas de la universidad, solo una estudió una carrera relacionada con STEM.
Ante esta desigualdad es fundamental que todas las instituciones y organizaciones, públicas y privadas, grandes y pequeñas impulsen la participación de las mujeres en el acceso y la utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), así como en los programas de formación especializada en las disciplinas STEM.
Es imperativo garantizar que más mujeres tengan acceso a estos conocimientos para que puedan desempeñar un papel activo en la creación de la cultura digital. Es decir, promover la presencia de más mujeres involucradas en la construcción de sistemas digitales, experimentando y cuestionando los paradigmas de nuestra era. El bienestar de la humanidad depende de contar con mujeres y hombres en igualdad de condiciones contribuyendo al desarrollo de la sociedad del conocimiento.
En Fundación Telefónica Movistar México realizamos una buena práctica que se denominó “Los superpoderes que cambian el mundo” a través de la cual se promovieron competencias STEM entre niñas, niños, adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad, experiencia que también quedó documentada en Historias de igualdad, y que dio origen a sumar seis historias más en el ecosistema, que también aportan a esta dirección.
Esta era digital a la que nos enfrentamos demanda nuevas habilidades para vivirla, asumamos este reto y construyamos juntos un mundo en el que las niñas tengan acceso a las herramientas que necesitan, un mundo en el que puedan estudiar sin estar condicionadas por estereotipos, trabajar libres de desigualdades y sentirse lo suficientemente libres para decidir su futuro.
Asegurando la formación de cada niña, apostamos al futuro laboral, al empoderamiento y a las oportunidades de las mujeres en México.