Colaborador Invitado

Fondo de Pensiones para el Bienestar, irremediablemente será una herramienta electoral para próximas elecciones

No hay certeza ni claridad de que el sistema de financiamiento de este fondo funcione; por el contrario, es altamente incierto.

La creación del Fondo de Pensiones para el Bienestar ha quedado consumada. Con 70 votos a favor, 43 votos en contra y dos abstenciones, la Cámara de Senadores avaló el dictamen que crea el Fondo, mediante un fideicomiso que tomará recursos económicos de diversas fuentes, entre ellas 40 mil millones de pesos de cuentas inactivas de las Afore.

Los partidos de oposición han anunciado que lo aprobado en comisiones podría aumentar los amparos por parte de trabajadores, ya que dichos recursos ya no estarían disponibles y pasarían a un fondo común.

¿En qué consiste la reforma?

La reforma plantea que los recursos obtenidos, alrededor de 40 mil millones de pesos de las cuentas sin reclamar de los trabajadores mayores a 70 años, para el sector privado, con una cuenta individual en una Administradora de Fondos para el Retiro (Afore), puedan alimentar este fondo para que las personas en edad de retiro puedan tener una pensión igual al último salario del trabajador, con un tope de hasta 16 mil 400 pesos mensuales, salario promedio registrado en el Instituto Mexicano del Seguro Social, sin embargo esta es una verdad a medias ya que lo acumulado solo serviría en un corto plazo.

La reforma contempla modificar el segundo párrafo del artículo 302 de la Ley del Seguro Social, agregando la creación de un Fondo de Pensiones para el Bienestar, el cual será un “fideicomiso público no considerado entidad paraestatal”. Adicionalmente, este fondo prevé echar mano de los recursos incautados por el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep), así como de las utilidades de proyectos gubernamentales, como el AIFA, el aeropuerto de Tulum, Mexicana de Aviación y el Tren Maya, mismos proyectos que hasta el día de hoy no tienen utilidades.

Entonces encontramos dos grandes temas controversiales, el primero es que con esta reforma se faculta al Estado a tomar fondos que fueron acumulados por el trabajo de persona a lo largo de su vida laboral y, por otro lado, el segundo es que no hay certeza ni claridad que el sistema de financiamiento de este fondo funcione, por el contrario, es altamente incierto.

Nadie está en contra de que los trabajadores reciban más dinero al momento de retirarse, sin embargo, estas modificaciones parecen más un tema meramente electoral, que se le heredará a quien gane las elecciones el próximo 2 de junio.

Cabe destacar que el presidente Andrés Manuel López Obrador insistió en que la iniciativa de reforma para la creación del Fondo de Pensiones para el Bienestar quedara aprobada pronto, pues pretende anunciarla con ‘bombo y platillo’ el 1° de mayo de este año, siendo un signo más de que existe sin dudas un propósito electorero, más que realmente una iniciativa robusta con recursos económicos suficientes para operar en beneficio de las y los trabajadores de México.

Andrés Rodríguez Rodríguez es abogado experto en derecho laboral socio de Santamarina + Steta.

COLUMNAS ANTERIORES

Destino inexorable
El presupuesto en salud: entre avances limitados y retrocesos

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.