Colaborador Invitado

Desafíos actuales de la digitalización en el sector financiero mexicano

Es crucial centrarse en las oportunidades de mejora de áreas como la accesibilidad, la educación financiera, el entorno y las barreras tecnológicas.

El autor es CoCEO de GBM.

En los últimos años, hemos presenciado un aumento significativo en la integración de la tecnología en el ámbito financiero, en donde la digitalización se ha convertido en un recurso fundamental. Actualmente, disponemos de una gran variedad de instrumentos digitales que facilitan la administración de nuestras finanzas y nos brindan un mayor control sobre las inversiones.

A nivel mundial, el avance continuo de la tecnología digital ha sido un punto de inflexión en múltiples sectores, principalmente en el financiero. En GBM hemos sido pioneros en el camino de la digitalización de las inversiones en México, ofreciendo a la sociedad nuevas oportunidades de inclusión financiera y crecimiento económico. Con una amplia gama de productos de inversión accesibles con tan sólo un clic y en cuestión de minutos, hemos democratizado el acceso a las inversiones, permitiendo la participación de más personas sin importar su perfil de inversionista.

Estamos convencidos de que la transformación digital no solo ha revolucionado la forma en la que se realizan las transacciones económicas, sino que también está desempeñando un papel crucial en la construcción de una economía más inclusiva y resistente en el país; ya que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF 2021) realizada por el INEGI, hace un par de años en nuestro país sólo el 50% de adultos contaba con una cuenta de ahorro formal.

En los últimos tres años, las cuentas de inversión en México han experimentado un significativo crecimiento superando el 1,000%, según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Paralelamente, el porcentaje de adultos con una cuenta de ahorro formal ha mostrado un aumento, pasando del 44% en 2015 al 50% en 2021, según cifras de la ENIF.

Este incremento en el número de cuentas de inversión no solo es un indicador del creciente interés de los inversionistas en el mercado financiero; también demuestra el compromiso de compañías como GBM por proporcionar servicios de calidad y promover la educación financiera en México.

A pesar de los avances mencionados, consideramos que la digitalización financiera es un desafío que no recae únicamente en quienes buscamos soluciones más eficientes. Se trata de una cuestión de accesibilidad, educación, cultura y, principalmente, de una reconfiguración en la oferta de productos y servicios financieros que responda a los retos actuales para lograr una mayor expansión digital.

Es crucial centrarse en las oportunidades de mejora de áreas como la accesibilidad, la educación financiera, el entorno y las barreras tecnológicas; y reconocer que solo con la integración continua de esta tecnología en nuestras vidas, podremos avanzar hacia una cultura financiera de vanguardia.

Solo mediante estos esfuerzos en el sector y una amplia diversificación de productos, es posible visualizar un México en el que tomar el control de nuestras finanzas se convierta en una práctica habitual.

COLUMNAS ANTERIORES

Destino inexorable
El presupuesto en salud: entre avances limitados y retrocesos

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.