Colaborador Invitado

Los desafíos en salud para la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum

La legitimidad del triunfo de Claudia Sheinbaum le brinda una posición única para liderar la transformación del sector salud.

El triunfo de la dra. Claudia Sheinbaum Pardo para la presidencia de México representa un hito histórico, marcando la primera vez que una mujer ocupa el cargo más alto del Poder Ejecutivo.

Esta elección enfrentó dos visiones opuestas sobre el futuro del sistema de salud: una que apuesta por un modelo público, universal y gratuito y otra que favorece la privatización de la salud. La mayoría de los mexicanos elegimos la primera opción, reflejando el continuar avanzando hacia un sistema incluyente, equitativo y universal.

Esta campaña estuvo marcada por una gran polarización, pero ya pasados los resultados y con una clara ganadora, el siguiente paso será gobernar para todos los mexicanos.

La administración de la dra. Sheinbaum se enfrentará a un sistema de salud fragmentado y aún con múltiples deficiencias. A pesar de los avances recientes, como la contención de las políticas neoliberales y la federalización a través del IMSS-Bienestar, persisten numerosos desafíos que la población demanda su corrección.

Para avanzar en lo que se ha denominado el ‘segundo piso de la transformación’, será crucial implementar estrategias que aborden los problemas estructurales del sistema de salud. Un componente central que aborda estos problemas es la estrategia de los Centros Coordinadores de Salud para el Bienestar (CeCoSaBi) y los Distritos de Salud del Bienestar (DSB). Establecidos en agosto de 2023 en el Diario Oficial de la Federación, estos centros actúan como nodos estratégicos que gestionan la demanda de atención médica y optimizan el uso de recursos en todo el sector salud.

Los CeCoSaBi y los DSB no prestan atención médica directa, sino que coordinan la capacidad de respuesta del sistema de salud en una región específica. Este modelo de gestión permite una distribución más equitativa de los recursos, garantizando que todas las personas, especialmente las más vulnerables, tengan acceso a servicios de calidad, independientemente de su situación de aseguramiento.

El Servicio Nacional de Salud Pública (SNSP) será fundamental en esta transformación, con el apoyo de los CeCoSaBi y los DSB se busca garantizar una atención integral y efectiva. La función del SNSP incluye la prevención de enfermedades, la planificación adecuada de los recursos, la operación de las Redes Integradas de Servicios de Salud (RISS) y la coordinación en la prestación de la atención médica en todos los hospitales del Sistema Nacional de Salud (IMSS, IMSS Bienestar, ISSSTE, Pemex, servicios estatales de salud, servicios privados, etcétera).

Lo que se busca es tener una coordinación a través del SNSP, con la tutela y rectoría de la Secretaría de Salud federal, mediante la participación de los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal.

Este esfuerzo conjunto tiene el potencial de cambiar el paradigma del sistema de salud mexicano en beneficio de todos los ciudadanos. Ya se encuentra en fases avanzadas de su implementación en la Ciudad de México, Guerrero, Sonora, Baja California, Oaxaca, y será el gran motor que impulse la ‘continuidad con cambio’ de la cuarta transformación.

La legitimidad del triunfo de Sheinbaum le brinda una posición única para liderar esta transformación. No obstante, será fundamental evitar que esta oportunidad se pierda en el laberinto burocrático o en las disputas de poder. La administración de la dra. Claudia Sheinbaum debe ser recordada no solo por sus reformas políticas y sociales, sino también por haber sentado las bases de un México más saludable y equitativo.

El desafío no es menor, pero con un compromiso firme, políticas bien diseñadas y servidores públicos comprometidos con este cambio, no sólo se mejorará la salud de la población, sino que también se establecerá un futuro más justo y saludable para todas y todos los mexicanos.

La democracia se reflejó en las urnas, es tiempo de las mujeres y es el inicio del segundo piso de la transformación y de la continuidad con cambio. Las y los mexicanos así lo hemos decidido.

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