Colaborador Invitado

La salud pública: un reto político para el dr. Kershenobich

El dr. David Kershenobich, propuesto como secretario de Salud por la dra. Claudia Sheinbaum, debe reconocer que la salud de la población está ligada a sus condiciones sociales.

En la Alemania del siglo XIX, el dr. Rudolph Virchow fue un patólogo clínico muy reconocido en su época. Su legado hizo que hoy sea conocido como el padre de la patología moderna. Además de ser un excelente médico, supo reconocer que la enfermedad no existía como un fenómeno biológico puro, aislado de su entorno, sino como parte de un contexto social. Por ello, también se le distingue como el pionero de la medicina social.

El dr. Virchow, al señalar las similitudes entre la medicina y la política, marcó un hito al señalar que “La medicina es una ciencia social y la política no es otra cosa que la medicina a gran escala. La medicina tiene la obligación de señalar los problemas e intentar su solución teórica. El político debe encontrar las respuestas para su solución real”.

La combinación de médico clínico con habilidades políticas fue lo que ayudó a integrar la medicina, la biología y resaltar la importancia de los determinantes sociales en la salud, con la convicción de que los problemas de salud requieren de soluciones políticas.

Esta perspectiva es esencial para comprender el desafío que enfrentará el dr. David Kershenobich, propuesto como secretario de Salud por la dra. Claudia Sheinbaum. A sus 81 años, su experiencia clínica es innegable. Sin embargo, la salud pública no puede separarse de la política y su combinación resulta vital para mejorar la salud de los mexicanos.

Durante la administración que está por concluir, la Secretaría de Salud perdió su protagonismo frente a otras instituciones del sistema nacional de salud que de facto, tomaron la rectoría del sector salud. Esta es una situación que el dr. Kershenobich debe revertir. Recuperar la rectoría es crucial para lograr un cambio de régimen sanitario en el “segundo piso” de la Cuarta Transformación.

La Secretaría debe volver a ser la entidad central en la formulación de políticas públicas, regulando y coordinando un sistema que aún está fragmentado. Sólo así se podrán implementar las reformas necesarias para abordar los retos actuales, como la prevención de enfermedades, la mejora de la atención médica y el acceso equitativo a servicios de salud.

El desafío preventivo es un pilar de las propuestas de la dra. Sheinbaum. Inspirándose en Virchow, el dr. Kershenobich debe reconocer que la salud de la población está ligada a sus condiciones sociales. La prevención y la promoción de estilos de vida saludables desde la comunidad son fundamentales. Recuperar las campañas de vacunación y el uso de la tecnología, facilitarán el acceso a la salud y promoverán una cultura de prevención.

Además, la atención primaria a la salud debe fortalecerse. El dr. Kershenobich tiene la oportunidad de hacerlo si reconoce que muchas veces este tipo de acciones no sólo son médicas, sino profundamente políticas, ya que deben abordar las desigualdades en el acceso a la salud.

En términos de acceso, las propuestas de la dra. Sheinbaum para la gratuidad en medicamentos y servicios a través del IMSS Bienestar son cruciales. Se debe garantizar que estas políticas se implementen de manera efectiva, asegurando que todos los mexicanos, especialmente aquellos sin seguridad social, tengan acceso a la atención médica gratuita y con calidad. La salud es un derecho humano, y su gestión debe reflejar este principio.

La vasta experiencia clínica del dr. Kershenobich debe reflejar un liderazgo más estratégico, delegando algunas funciones administrativas, mientras se enfoca en la coordinación interinstitucional y la formulación de políticas públicas a través del Servicio Nacional de Salud Pública.

El próximo Secretario de Salud debe abrazar la intersección entre medicina y política. La salud pública es, en última instancia, un reto político. En estos tiempos donde los médicos a menudo se encuentran en el centro de debates políticos, el respeto o la desconfianza de la ciudadanía se puede ganar o perder en cualquier instante.

Al seguir los principios de Virchow y las propuestas en salud de la dra. Sheinbaum, se puede dejar un legado duradero que mejore la salud de todos los mexicanos.

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